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Por Patxi Morales ()
Santa Clara.- El gobierno cubano no se cansa de mandar señales. Para decirlo en buen cubano, el régimen no da puntadas sin hilo, y los siete años de condena a Alexander Mario Fábregas son una muestra contundente.
Al joven santaclareño lo condenan por subir a redes sociales vídeos en los que, según el fallo, ‘cuestionó el sistema del Estado y atacó al presidente» Miguel Díaz-Canel.
Su sanción es más dura y más extensa que las impuestas a asesinos, a allanadores de viviendas, a ladrones, pero eso no le interesa al gobierno. Al régimen solo le preocupa su permanencia.
El fiscal, condicionado por la policía política, no tuvo pudor en pedir años, y los jueces Grisel Santos Suárez, Noraimys Blanco Echarte y Gerardo Risquet Carmenate, lo complacieron: más de un lustro en las mazmorras castristas.
La sentencia 20/2025 de la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, asegura que Alexander Mario Fábregas cometió por esos hechos un delito de ‘propaganda contra el orden constitucional’ cubano.
También recoge que el condenado realizó varias transmisiones en directo en Facebook en las que abogó por salir a las calles a protestar, aseguró que la desobediencia civil ‘es un derecho, no un delito’ y pidió ‘apoyar a los presos políticos’.
A pesar de que el vídeo no tuvo muchas vistas ni tampoco reacciones, el gobierno y sus títeres encargados de las leyes quisieron dar un ejemplo, algo que ya adelantó el despreciable Humberto López hace unos días.
Los gobernantes cubanos son infalibles y no se les puede cuestionar ni criticar, y quien lo haga irá a parar a las prisiones castristas, donde hay hasta lepra, según informaciones recientes.
Al joven Alexander Mario Fábregas lo tomaron como ejemplo, lo mismo que hicieron con muchos de los que encarcelaron y condenaron a largas penas en los días posteriores al 11 de julio de 2021.
Entonces, los detestables agentes de la Seguridad del Estado, les crearon causas ficticias a muchos jóvenes y luego los fiscales y los jueces se encargaron de ejemplares condenas.
Entre esos se encuentran los hermanos Jorge y Nadir Martín Perdomo, quienes fueron condenados a larguísimas penas por supuestos hechos en San José de las Lajas, capital de Mayabeque, donde solo hubo una marcha pacífica.
Con Alexander Mario Fábregas sucede algo parecido. No hizo nada que no se pueda hacer en cualquier lugar del mundo, pero en Cuba es delito, como lo fue tener dólares o comer carne de res, por ejemplo.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) calificó en redes sociales la sentencia de ‘injusta’ y ‘producto de una clara violación de los derechos humanos’, fruto de ‘un tribunal carente de independencia’.
Esta es la segunda sentencia de Fábregas de carácter político tras la condena a nueve meses de prisión por un delito de ‘desórdenes públicos’ a raíz de las protestas del 11 de julio de 2021, las mayores manifestaciones antigubernamentales de Cuba en décadas.