Enter your email address below and subscribe to our newsletter

GIL ES LA PUNTA DEL ICEBERG

Comparte esta noticia

Por Carlos Cabrera

Madrid.- La cacería de los trincas contra Alejandro Gil es sola la punta del iceberg de una ofensiva raulista a espaldas de Díaz-Canel y que amenaza a la guara enguayaberada, a los pequeños comerciantes prósperos sin conecto con Marrero y el clan militar, a los gusañeros y a la mayoría de los cubanos.

La orden de combate está dada e incluye la represión contra críticos dentro y fuera del sistema, de ahí que -desde hace dos meses- el nivel de crítica pública haya bajado en intensidad y los cubanos hayan vuelto a hablar bajito cuando critican al pan con na´, especialmente aquellos burócratas que tienen algo que perder.

Como en toda telenovela castrista, la farsa tiene los ingredientes habituales: un empleado de lujo corrupto, la emigración y un timbirichero al que dan pita hasta su estrangulamiento en 100 y Aldabó. El castrismo y su epílogo son expertos en fingir marcos de confiabilidad y en hacer creer a las ovejas escogidas que están a salvo.

La caída de Gil es el penúltimo acto de la respuesta raulista a la crisis agravada y generalizada de Cuba, que incluye una ola represiva contra todos, incluidos los empleados y administradores de la dictadura más vieja de Occidente, a los que se obligó a firmar un nuevo compromiso ético, como parte de la pantomima; mientras se acusaba públicamente de terroristas a un grupo de exiliados, especialmente influencers, que son el objetivo prioritario de la Inteligencia del FARINT por su peso dentro de las nuevas generaciones.

Si todavía alguien duda del carácter mafioso de la casta verde oliva, solo debe recordar que -formalmente- el presidente es el comandante en jefe de las FAR y el MININT, pero el mandatario y su guarita estaban en babia, como demuestran el intercambio de mensajes con el apresado y el júbilo revolucionario de portavoces a sueldo de la dictadura más vieja de Occidente porque los tirados por el balcón cayeron con las manos vacías.

Raúl Castro y el resto de dinosaurios no tinen necesidad alguna de montar un show falso de principio a fin, con el único objetivo de asustar a la mayimbada civil y arrojar cabezas a los pies de los hambreados, que llevan pasando las de Caín, desde que Moscú dejó de pagar el alquiler por el portaaviones a 180 kms de la costa este de Estados Unidos.

Gil sabe poco de economía, pero se había especializado en finanzas, desde su designación como presidente de Havana Internacional Bank (Havin bank) con sede en la elitista city de Londres, desde los años 70 del siglo pasado, hace tiempo aprendió que todo lo relacionado con Estados Unidos es prioridad Uno para los Castro y que Washington pidió cooperación a La Habana y al resto del mundo para reducir al mínimo las operaciones en efectivo, desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Por tanto, Gil conoce mejores mecanismos para la evasión de capitales que la mula de Tampa, el pequeño empresario de Ciego de Ávila que duerme desde hace unos días en 100 y Aldabó, donde ya ha sido advertido que, si «coopera», será tenido en cuenta a la hora de dictar sentencia y su hermana Vicky que es más torpe que un cerrojo.

Si alguien tiene el cuidado de revisar el discurso de Fidel Castro contra Arnaldo Ochoa en la reunión del Consejo de Estado que ratificó su fusilamiento y el de otros tres cubanos, verá que dijo: no cooperó, si habría sido sincero en la reunión con Raúl, se habría salvado…

Cuando el malogrado Abrantes llegó a la casa de seguridad donde lo guardaron hasta el día que lo becaron en Guanajay, un trinca despistado le dijo: general, si coopera, será tenido en cuenta y el aludido riposto: No jodas, si eso lo invente yo.

El castrismo es enemigo de clase de la prosperidad porque su poder se ha basado en la administración de la pobreza, en la falsa humildad y en premiar esfuerzos, nunca resultados, y rebajando las expectativas materiales de las personas a niveles ínfimos para que un aire acondicionado parezca una debilidad pequeño burguesa y la masa reaccione siempre contra el poseedor del aparato y no contra quienes establecieron el absurdo como regla de juego; como corresponde a un sistema jesuita de pobreza y castidad aparentes. Solo estudiando el credo jesuita pueden entenderse las actitudes y mañas de Fidel y Raúl Castro.

Raúl y sus ayudantes calibrarán la respuesta popular e internacional al escandalito y según vean cómo va la feria, irán soltando información, pues el Cuate tiene presente que aquel ejercicio de transparencia de Ochoa ante el Tribunal de Honor, lo hizo inmensamente popular, asi que Gil y antes otros tirados por el balcón, no corrieron la misma suerte.

El manejo de la información es un ingrediente del poder que, el caso de un régimen totalitario, se convierte en píldoras que sustentan la táctica de turno y refuerzan la estrategia de vigilar a todos, empezando por los miembros civiles del Buró Politico e ir guardando caquitas para cuando convenga.

La aparición del general jubilado en la celebración del Día Internacional de la Mujer es un gesto claro de donde reside el poder real, pese a que las mujeres cubanas tienen poco que celebrar y habrá que estar atento a Granma en los siguientes episodios porque la foto que ilustra la nota de portada se ve a Raúl en primer plano junto al consorte que pastorea la FMC y a Díaz-Canel en segundo plano.

Obviamente, si mañana se creara un estado de opinión sobre dicha imagen, culparán a la directora del periódico y la pasan a la ECOTRA y la sustituyen con otro fusible temporal.

Pero nada de esto, escamoteará la principal responsabilidad de Raúl Castro y los dinosaurios en la involución de Cuba, cuando pasé de gran reformista potencial a paralizador en jefe y cometió la terrible torpeza de rechazar la oferta Obama, que fue generoso en extremo, sabiendo que Cuba es mera reliquia e irrelevante políticamente, aunque muchos cubanos sigan creyendo que el mundo gira alrededor de la isla, debido a la manipulación ideológica de 65 años.

Los principales responsables del naufragio de Cuba y de la desventura de millones de cubanos son Fidel y Raúl Castro, que nunca apostaron por la libertad y la riqueza y dejaron claro ante intelectuales y el mundo que, contra la revolución (o sea, ellos dos) ningún derecho; aunque casi nadie repara en el atropello porque antes dijo Fidel aquello que dentro de todo, fuera de, nada.

Gil, Díaz-Canel y el resto son mera comparsa, porque carecen de legitimidad histórica y su única manera de legitimarse popularmente era generando prosperidad, y solo han reforzado la cárcel hambrienta, instaurada progresivamente desde 1959.

Deja un comentario