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Por Tania Tasé ()
Berlín.- Como denunciamos en días pasados, Jenni M Taboada recibió una citación para para una «entrevista» en la unidad de la PNR del Capri.
Ella acaba de salir. Les cuento.
Los agentes de la inSeguridad del Estado están molestos porque hace unas semanas ella se reunió con personal de la Embajada de Estados Unidos en Cuba.
Por ese motivo ellos la llaman » mala madre», porque según sus mentes retorcidas y cínicas, ella sólo debe hablar con los esbirros, porque ellos son los que toman decisiones sobre la vida de su hijo.
Según los sicarios, ella, después de haber agotado todas las vías legales para salvar a su hijo de la injusticia de ser condenado a 14 años sin haber cometido delito, tiene que mantener la boca cerrada.
Jenni perdió los estribos al escucharlos decir que ella es una madre mala y se puso a gritar en plena unidad del Capri, que «ni el mismísimo singaón de Díaz Canel puede decirle en su cara eso y mucho menos con quién se puede reunir y hablar, que va a seguir luchando por la vida y la libertad de su hijo «.
También dijo que está lista desde hace mucho para que la metan presa.
Hubo forcejeo, ella refiere que le cayeron arriba como siete tipos para que se callara y hasta la cartera le rompieron.
Pero lo peor para ella fue que el triste y asquerosamente célebre agente Luisito, se le abalanzó y la abrazó y besó cerca de la oreja. Que está muerta del asco y de la rabia.
Ella y nosotros sabemos que hacen eso para hacerle fotos y que luego los otros familiares y activistas piensen que ella es colaboradora de la inSeguridad del Estado.
Ya lo hemos visto demasiadas veces. Ya no les va a funcionar ese truco.
Y para que lo sepan, bestias: besar y abrazar a una mujer sin su consentimiento es violencia. ¡Es tortura, partía de cochinos!
Jenni tiene ahora la presión alta. Mañana hará una directa.
Ella sufrió una isquemia cerebral hace sólo unos pocos meses. Los responsabilizamos a ustedes si algo más le pasa. ¡Y van a pagar, carniceros!