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ELLOS SABEN QUE VOLVERÁ A SUCEDER

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Por Tania Tasé ()

Berlín.- Mayelin Carrasco es una mujer cubana, harta y más que harta de vivir en la miseria y de resistir, y está todavía más harta de las mentiras que tiene que oir de los responsables directos de su miseria y desesperación.

¡Sí! Porque una madre de tres hijos que viva en RíoCauto, uno de los poblados más pobres de la provincia Granma y de todo el país, tiene que estar realmente desesperada para protestar sola y públicamente en medio del terror en que está sumida nuestra isla. Un día cualquiera de Dios, se hartó y explotó.

¿Y qué pasó? Bueno, lo esperable: a la vista de un pueblo inerte y sin coraje, dos machangos que le doblan peso y estatura se la llevaron con violencia y la metieron presa.

¿Y qué pasó luego? Nada, pasó el primer día, el segundo y ella seguía presa. Otra más que devora el sistema fascista y terrorista que impera en Cuba. Otra más que se iba a perder la infancia de sus tres hijos que tendrían que visitarla en una prisión. Y no hay lugar (me lo pueden creer sin dudar) menos apropiado para que una madre se encuentre con sus hijos que una prisión cubana.

¿En qué se iba a convertir Mayelin Carrasco? ¿En otra Lizandra Góngora? En otra Aymara Nieto Muñoz?

Pues no, porque al tercer día el pueblo de Río Cauto decidió que eso no lo iba a permitir. Y se lanzaron a las calles y la tuvieron que liberar.

¿Que quieren montar un circo y presentarla arrepentida? ¿Que hacen actos de reafirmaciòn revolucionaria en el pueblo ahora? ¿Pero cuál es el asombro? Es lo que siempre hacen.

Lo cierto es que esta vez los pobladores entendieron que ella se manifestó por todos y sintieron vergüenza y decidieron exigir su liberación. Lo cierto es que lo lograron. Lo cierto es que hasta el momento y hasta dónde yo sé, no se atrevieron a reprimirlos.

Esto no es la primera vez que algo así pasa. ¿Se acuerdan cuándo quisieron llevarse a Maykel Osorbo y el barrio de San Isidro en pleno lo impidió? Bueno, pues esa fue la semillita.

Los esbirros, los funcionarios, los chivatos, y todo el aparato de la dictadura están asustados. Créanlo. Ellos no saben cuándo y dónde va a volver a suceder. Pero saben que pasará.

Otra madre desesperada, Eliannis Ramírez porque su hijo está en peligro, ha superado el terror y ha luchado como una leona por su cría. Como antes lo hizo la madre de Amanda. Ellas han puesto en movimiento y lo impensable: en unidad, a cubanos dentro y fuera del país, de todas las ideologías, de todas las razas, de todos los sexos en un objetivo tan común como hermoso: salvar la vida de un niño cubano.

Ellas han logrado articular activistas, médicos que se zafaron del yugo esclavizante de la dictadura, a cubanos de a pie que dentro de Cuba lograron recaudar un millón de pesos para un avión ambulancia. Gente: ¡esto es grande! Y créanme que a esto le tienen miedo los esbirros, los chivatos y los máximos en el poder. Ellos saben que volverá a suceder.

Ellos saben que cada vez son más los cubanos que alzan su voz y arriesgan su libertad por todos los presos.

Y créanme, le tienen terror a eso.

Nosotros estamos aprendiendo y articulándonos cada vez más como sociedad civil. Estamos aprendiendo poco a poco, pero de una manera firme a no dejar a nadie atrás.

Y de eso se trata. Nadie queda atrás.

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