El castrismo arrecia la represión

Por Alina Bárbara López Hernández ()

Matanzas.- Se acerca el 11 de julio y los nervios traicionan a las autoridades. Tienen miedo patológico a la fecha, y se entiende, las condiciones actuales son mucho peores que cuando ocurrió el estallido social del 2021.

Desde ayer hay montado un operativo en la comunidad en que vivo: maestros de la escuela primaria, delegados de la circunscripción, funcionarios de poca monta del Partido y el Gobierno municipal que viven cerca, agentes en motos… Toda una película de acción. Según he sabido, se les dijo que estuvieran listos para actuar pues supuestamente ayer viernes venía el embajador de los Estados Unidos a mi casa.

Eso es absolutamente falso. Pero les sugiero que no se equivoquen. A «mi» casa vienen las personas que yo decida. He sido visitada por diplomáticos de Unión Europea, Suiza, Países Bajos, España, los Estados Unidos, entre otros; también por sindicalistas brasileños, parlamentarios argentinos de izquierda, miembros de Opción Marxista Internacional; periodistas italianos, alemanes, colombianos, de medios cubanos no oficiales, en fin…

Yo creo en el valor de la comunicación, el intercambio de opiniones y el diálogo. Si el presidente Díaz-Canel quiere venir que avise, tendría mucho que decirle, sobre todo de la enorme cantidad de mentiras que expresó en una reciente entrevista.

De toda esta puesta en escena me enteré por alertas de amigos y vecinos que viven más o menos cercanos. Los mismos que avisaron hoy a mi hija Lilian sobre una mujer filmando con su móvil dirigido a mi casa.

Se están pasando

Se trata de una enfermera que actualmente trabaja como funcionaria de la Dirección Municipal del Partido. Su nombre es Inés Mercedes Díaz Izquierdo, y pondré dos fotos suyas: una hace un rato frente a mi casa, llegó incluso hasta la acera disimulando saludar a una vecina que reside en los altos, pero esa vecina afirma que jamás ha tenido relación con ella y que le extrañó verla allí.

La otra foto la tomé de su perfil de facebook. No tengo que respetar la privacidad de alguien que se atrevió a filmar durante un buen rato lo que yo hacía. De hecho, mi hija salió tras ella y la emplazó. Se puso muy nerviosa y negó que estaba filmando pero iba casi corriendo.

Insisto, no se pasen. El día que se atrevan a hacer un acto de repudio y vengan a ofenderme a la puerta de mi casa, sepan que no lo tendrán fácil. Primero, mis vecinos no se van a prestar para algo así, y segundo, voy a tirarle agua sucia a los que se acerquen. Soy una persona no violenta pero me sé defender, y no le admito faltas de respeto a nadie.

Incongruencias

Parece mentira que los órganos de Seguridad del Estado desplieguen un operativo de tal magnitud y descuiden su propia sede central, de la que supuestamente el pasado jueves se escapó Félix Lázaro Reinoso Rodríguez, un joven de Jovellanos detenido bajo investigación por un delito común.

En un «descuido» del instructor Arístides, logró evadirse mientras lo interrogaban. Salió «desapercibido» de un lugar donde existe una vigilancia total: un portón de hierro cerrado, una garita con guardia permanente, y gran cantidad de agentes entrando y saliendo. Lo sé pues he estado en protesta pacífica en la acera del frente de SE en dos ocasiones.

Pues bien, según se le comunicó a la familia, «el evadido» se dirigió a la costa, cercana al lugar, y se tiró desde los riscos, resultando fallecido.

Su cuerpo fue hallado en la noche, lleno de moretones y hematomas con evidencia de haberle sido ocasionados durante su detención. Se prohibió velar el cuerpo en su pueblo natal y se exigió un rápido velatorio privado en Matanzas.

Aunque es duro de ver, pongo también esas fotos. No crean que van a librarse del escándalo de esa muerte construyendo una cortina de humo con un acto de repudio en mi barrio. No se lo permitiré. Represores. (Tomado del Facebook de la autora)