Enter your email address below and subscribe to our newsletter

Mis batallas son las mías y me guían mis escrotos

Comparte esta noticia

Por Víctor Ovidio Artiles ()

Caibarién.- Demasiado surrealismo para mi gusto. Yo, dispuesto siempre a quedar bien conmigo mismo y con nadie más, me veo en una caldosa densa a cada rato. La gente está dividida en varios bandos. Los hay de izquierda y un poquito más allá; de derecha y de un tramo más, centristas, socarrones, cobardones, Mata Hari’s con Jean y camiseta, anormales con lengua, anormales con mala memoria…¡Menuda jauría!

Digo lo que quiero, hasta donde quiero, en la forma que quiero. Esto le cae bien a unos, mal a otros, algunos a quienes les resbala y ni leen, otros que se asustan y rezan por mí y temen sepan que piensan igual, un grupito que lo ve todo con malas intenciones y toma nota…y entrega la nota, algunos que se confunden y esperan otra postura, algunos quieren que diga lo que callan, los censuradores, los que me creen pretensioso o altanero o payaso o loco.

Realmente acostumbro a hacer un recorrido guiado por los escrotos, con las intenciones que se mueven alrededor mío. Nadie debe creer que puede utilizarme para sus batallas.

Libro mis propias batallas desde siempre. Pierdo, gano, empato pero no me rindo. Nadie ha de esperar de mí lo que le corresponde. Hagan sus propias guerras. ¡Coño! Yo sé lo que espero de mí, cómo lo espero, cuándo lo espero. ¡Me da la gana, vaya!

Deja un comentario