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Moscú.- El Ministerio de Industria y Comercio de Rusia reducirá a marcas concretas el listado de bienes que se permiten en las importaciones paralelas. Estas están destinadas a eludir las sanciones internacionales, según confirmó hoy el diario Izvestia.
La razón principal de reducir la lista es el aumento de la producción nacional. Ya no se necesita de un abanico de productos después de conseguir reemplazar esa oferta de bienes, aseguran desde el Ministerio. Ellos renuevan el listado trimestralmente.
‘Esta aproximación permitirá a los agentes de aduanas controlar mejor la importación de bienes entrantes en Rusia’, explican.
Uno de los problemas de las importaciones paralelas ha sido el aumento de productos falsificados. Anteriormente, los aduaneros controlaban la entrada de productos de determinadas marcas porque tenían unos proveedores específicos. Las importaciones paralelas multiplicaron el número de canales de suministro.
‘Antes de la introducción de las importaciones paralelas, los funcionarios utilizaban un sistema que les permitía distinguir entre los productos auténticos y los falsificados. Comparaban sus datos con una lista de proveedores aprobados por los titulares de los derechos de la marca’, señalan.
A lo que añaden que ‘si el importador no estuviera en dicha lista, el envío podía ser detenido en la frontera’.
Ante las sanciones occidentales tras el inicio de la guerra en Ucrania en 2022, Moscú decidió permitir la importación de amplias categorías de productos. Para ello, flexibilizó notablemente el control aduanero.
Pero las importaciones paralelas también permiten importar productos extranjeros sin el permiso del titular de los derechos de marca.
Rusia ha tratado de aumentar la producción interna para suplir la disminución de las exportaciones de los productos occidentales. Además, enfrenta la fuga de empresas extranjeras del país.
Sin embargo, también ha recurrido a adueñarse de estas empresas que paralizaron su producción en Rusia. Ericsson, cuya licencia de marca fue revocada recientemente por la Justicia rusa, es un ejemplo. Sus productos serán producidos ahora por una empresa rusa.
Recientemente, el consorcio gasístico Gazprom también indicó que produciría electrodomésticos bajo la marca Bosch sin el permiso de la empresa alemana.
La fábrica de automóviles BMW en el enclave báltico de Kaliningrado también anunció la producción de más de un centenar de coches sin el permiso oficial de la matriz. Esta se desentendió del ensamblaje de estas unidades de vehículos. (EFE)