EL DOBLE RASERO DE LA ‘JUSTICIA’ CASTRISTA

Por Jorge Sotero ()

La Habana.- Alejandro Gil, el otrora ministro de Economía de Díaz-Canel y amigo personal, lleva más de un año preso por haber robado al Estado y aún no le han celebrado juicio y ni se sabe de la investigación.

El gobierno hizo mutis sobre el proceso y no se sabe de Gil. El silencio de los medios no es llamativo, es normal, porque es lo que ocurre siempre que alguno de sus colaboradores cae en desgracia y quieren taparlo.

Y cuando le preguntas a alguien por la calle, de esos que defienden a ultranza al sistema, dicen que es normal, que la Fiscalía está investigando el caso, y la Policía también.

Esos olvidan que, en Cuba, desde que tomaron el poder en 1959, lo más normal han sido los juicios sumarísimos.

No olvidemos tampoco el caso de Ochoa y los hermanos La Guardia, condenados en poco más de una semana. O los secuestradores de lancha, fusilados en apenas horas.

Para esos no hubo clemencia alguna: capturados, enjuiciados y pasados por las armas.

Con los jóvenes del 11 de julio de 2021 tampoco hubo piedad. Los capturaron y los mandaron a las inmundas mazmorras del régimen. pero con Gil ha sido diferente

Muchas preguntas

¿Por qué no se han apurado con Gil? ¿Por qué le han pasado la mano a otros dirigentes? ¿Cuál es la causa de la demora?

Gil está ahí. Es uno de los culpables de las erráticas políticas económicas, o al menos el dueño de algunas de las frases más llamativas en defensa de la misma, y eso no lo olvidan.

A Gil siempre pueden echarle encima alguna culpa más. Incluso pueden fusilarlo en algún momento, o utilizarlo para llamar la atención sobre algún tema, o para cambiar estados de opinión

Si a la maquinaria diabólica castrista se le ocurre que entregar la cabeza de Gil aplacaría los nervios del populacho, le pondrían la de Gil en bandeja de plata. Que no lo dude nadie.

Sin embargo, mientras el proceso de Gil se eterniza, campesinos, comerciantes, gente de pueblo, de abajo, van cada día ante los jueces a recibir injustas condenas.

Los que defienden al gobierno en redes, sobre todo los cibercombatientes, siempre se inventan una historia diferente, encuentran una coartada para proteger al otrora vice primer ministro.

La mujer que sacaba dinero y el Caso gil

A mí, en lo particular, me surgen dudas, entre ellas la posibilidad de que alguien más arriba tenga alguna relación con la plata que por decenas de miles mandó todo el tiempo Gil a Estados Unidos.

No podemos olvidar que el llamado Caso Gil estalló poco después de que fuera apresada una mujer en Orlando, que entraba siempre con considerables cantidades de dólares, desde Cuba.

Y tampoco podemos olvidar que apenas unos días antes, el dizque presidente Miguel Díaz-Canel había felicitado a su ministro de Economía por su cumpleaños.

Así que nada, si quieres saber interioridades sobre el caso de corrupción, vas a tener que esperar. Incluso, puede que nunca sepas nada más, porque no es la primera vez que sucede y no olvidemos el Caso Aldana.

Aldana solo fue apartado de su cargo y enviado a la paradisíaca zona de Topes de Collantes a dirigir un complejo turístico para la cúpula. Y allí lo jubilaron.

Gil sabe más de cuatro cosas. Se codeó durante buen tiempo con la alta jerarquía y quizás sea mejor mantenerlo tranquilo e impedir que hable cosas que no convienen.

Otra salida sería que le pasara algo similar a lo del general José Abrantes, a quien un infarto desatendido, le llevó la vida en prisión, y eso que había sido mano derecha de Fidel Castro.