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CUANDO YA NO SABES QUÉ PROMETER

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Joaquín Márquez ()

Bayamo.- El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, recorrió hoy municipios granmenses y se dio una vuelta por los del sur de la provincia, por los que fueron golpeados por el sismo del 10 de noviembre, y contrario a como hace siempre, hizo sus promesas. Prometió dinero, aunque el monto no lo tiene en la mano.

Acompañado de su numeroso séquito, el dizque gobernante adelantó que utilizará el ingreso de las subastas de la XXV edición del Festival del Habana, que se celebra en la capital por estos días, para destinarlos a construir viviendas para los damnificados del terremoto.

Al menos eso fue lo que dijo en Pilón, donde la gente ha visto que pasan las semanas y las semanas y ellos siguen viviendo en casas de campaña y los niños dando clases bajo lonas, sin que aparezcan los fondos para volver a tener casas y escuelas.

El Hombre de la Limonada, que no suele prometer nada material y solo adelanta tiempos mejores cada año, como parte de su estrategia para mantener dormidos a los cubanos, dijo ahora que lo que recaude el citado festival será para los damnificados de Pilón. Y entonces toca preguntarse qué pasaría si no se recauda nada. ¿Cómo se las arreglarán los habitantes de aquel lugar?

Ya el castrismo no sabe qué va a hacer. Ya no tienen ideas de lo que dicen, de su comportamiento, y sueltan lo que se les ocurre, porque en más de 100 días tuvieron tiempo para hurgar en alguna de esas cuentas que tienen por ahí, casi siempre para construir hoteles, y destinar una parte a levantar las viviendas de los que no tienen techo.

Pero no lo han hecho, ni lo harán, porque ninguno de ellos tiene el puesto en juego. No tendrán que dar la cara ante elector alguno, nadie los quitará ni los enjuiciará, y en esas condiciones basta con tener la cara de concreto y hacerse el bueno.

Los que aparecen cerca en las fotos, o son niños o los implicados de siempre, esos militantes a ultranza, llevados hasta allí para aplaudir y erizarse, para que el hombre se sienta bien.

En Pilón no quitaron la electricidad ayer. Tampoco lo hicieron hoy en otros lugares que visitó el supuesto jefe de Estado, ni en los sitios donde estuvo el primer ministro. Los que trazan la estrategia de esas visitas sin sentido alguno, no quieren que estos personajes desembarquen en un pueblo donde no haya habido electricidad el día anterior.

No quieren preguntas, porque no tienen respuestas. No quieren cuestionamientos, porque no saben polemizar. Solo saben poner cara de buenos, cuando en el fondo son parte de la camada más hp que ha pasado por la historia del país, incluyendo a los capitanes generales españoles en la época de la colonia.

Pobre Cuba y pobres habitantes de Pilón. Si quieren tener una nueva casa, vayan al monte y corten madera y háganla con sus propias manos. De estos gobernantes no esperen nada, que ustedes no les importan a ellos.

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