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CUBA DUELE, PERO ¿A QUIÉN?

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Por Nelson de la Rosa ()

Santo Domingo.- Es cierto que Cuba duele, pero no le duele a todos por igual.

Le duele al que tiene que salir cada día a ver «qué aparece», legal o ilegal, para alimentar a su familia.

Le duele al que no le ha llegado nada a la bodega y no tiene para comprar en tiendas de MLC ni en las Mipymes.

Le duele al que tiene que buscar leña o carbón para cocinar, pues no tiene ni luz ni gas.

Le duele al que tiene un familiar enfermo y no tiene medicinas, al que necesita un análisis y no hay reactivos.

Le duele al familiar que tiene un preso y no encuentra qué echarle en la jaba para la visita.

Le duele al que trabajó toda su vida por un salario de miseria y hoy el retiro no le alcanza para nada.

Le duele al que llegada la noche, entre apagón, mosquitos y calor, tiene que halar por un periódico para refrescar a los hijos.

Le duele a aquel que se arriesga de padecer gastritis o úlceras ante la imposibilidad de sacar todo lo que siente y le corroe por dentro.

Le duele a aquel que cada día ve partir familiares y amigos y no tiene quién le ponga el parole.

Le duele a aquel que pensando más en los suyos que en sí mismo, arriesga hasta su vida emprendiendo una travesía de selvas, ríos y coyotes.

Le duele a aquel que, a falta de oportunidades y la suma de preocupaciones, se refugia en el «azuquin», el «ron peleón» o el «escupe corto» y declara: «esto sólo se vive loco o borracho».

Le duele a la madre que no puede comprar megas para su teléfono y saber de su hijo.

Le duele a aquel que, como la propia vida, la casa se le cae a pedazos y no tiene cómo arreglarla.

Le duele a aquel que equivocadamente «empujó el carro» y hoy se da cuenta que todo fue un engaño y que la guagua «está en reversa»

Le duele a aquel que hoy ve que muchos de aquellos que le exigían ir a desfiles y marchas, viven fuera de Cuba.

Ahora bien, a aquellos que aprovechándose de sus privilegios y posiciones autoelectas, duermen en habitaciones climatizadas, tienen llena la nevera, no les falta el combustible, viajan cuando quieren y sólo saben poner más cargas y exigir a los más débiles, los sacrificios que ellos no se atreven a sufrir, a esos… a esos Cuba no les duele.

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