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LA BASURA QUE NOS RODEA

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Por Madelyn Sardiñas Padrón ()

Camagüey.- A eso de la 9:00 am de hoy, venía yo caminando por la calle Cornelio Porro en dirección a Talleres; recién había cruzado la calle 4. Al levantar la vista, vi dos hombres sacudiendo un contenedor de basura en el basurero de la esquina de calle 5. Mal pensada como soy, me pregunté: ¿a quién se le ocurre poner un único contenedor de ese tamaño en un lugar como este? y ¿se están llevando el contenedor a plena luz del día?

Ya los iba a regañar, cuando veo que los hombres terminan de sacudir el tanque, lo montan en una carretilla (de las que se usan en almacenes y para trasladar botellones de oxígeno en los hospitales) y caminan en dirección al hospital. Es entonces cuando noto que uno de ellos usaba un pantalón de uniforme de campaña, o uno muy similar. Me detuve para ver qué dirección tomaban; doblaron en la esquina de calle 4 en dirección al hospital. No puedo precisar si eran del hospital o de la casa de visita ubicada en esa esquina. Lo cierto es que en esa zona no hay otra institución que necesite un contenedor de basura de ese tamaño. No le tomé fotos, pero era de esos cajones plásticos de color azul.

El basurero del que hablo está situado en la esquina del Centro de Retinosis Pigmentaria de Camagüey (edificación de color verde ubicada a la izquierda en la foto), a una cuadra de la esquina donde se ubican el Hospital Militar y las casas donde se alojan dirigentes de alto nivel en sus visitas a la provincia y que son atendidas por militares.

Muchas son las críticas que recibe la población por arrojar la basura donde le da gana, bien merecidas en casi todos los casos, pero ¿quién va a evitar que instituciones estatales, y en este caso, militares, se sumen a tal indisciplina?

El basurero que muestro no es de ahora; lleva bastante tiempo allí. Alguna que otra vez lo recogen y a las dos semanas está igual o peor. Y es que el servicio de recogida de basura en esta zona, intermedia entre el centro y la periferia de la ciudad de Camagüey, es pésimo. En mi calle, que está un poco más adentro, pasó un camión el 5 de diciembre, después de más de dos meses sin pasar.

El camión volvió el 28 de diciembre (23 días después de la primera vez) y en la semana que recién concluyó (más de diez días desde la vez anterior). ¿Cuánta basura se genera en ese tiempo? ¿Tiene la gente que mantener la basura dentro de casa por todo ese tiempo? ¿Dónde quedó la prevención de enfermedades o es sólo para machucar al pueblo, que actúan los inspectores? ¿Quién indica vaciar los tanques de basura en estos micro vertederos, en entidades estatales o militares?

De la otrora fama que tenía esta ciudad como la más limpia del país queda cada vez menos. ¿Dónde está, al menos, el pronunciamiento de la Asamblea Municipal del Poder Popular? Por doquier usted ve carteles “¡Por Camagüey, todo!” que, como tantas, no pasan de ser meras consignas. En contraste, por doquier encuentra microvertederos, unos históricos y otros de reciente creación.

La disciplina social no se promueve con sanciones. Además de educación, se requiere la garantía de servicios públicos de calidad.

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