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Por Albert Fonse ()
Hace unos días advertí que la dictadura cubana representa una amenaza militar real contra Estados Unidos. Lo afirmé con claridad. No desde la especulación, sino desde el análisis geopolítico, tecnológico y estratégico.
Algunos se burlaron, minimizaron o salieron con frases hechas para desacreditar sin argumentos. Hoy el Departamento de Estado de Estados Unidos me da la razón. Lo que expuse por lógica, experiencia y lectura de los hechos, ahora lo confirma Washington de forma oficial: Cuba, Venezuela e Irán forman parte de una alianza hostil con capacidad y voluntad para atacar intereses occidentales.
La portavoz del Departamento de Estado, Natalia Molano, lo dijo sin ambigüedad. Venezuela es una amenaza global por sus vínculos estrechos con Irán.
Marco Rubio, secretario de Estado, afirma que Cuba, Nicaragua y Venezuela son enemigos de la humanidad.
Si Venezuela representa una amenaza por albergar tecnología militar iraní, entonces Cuba, que controla a Venezuela, no es menos peligrosa, sino más.
Si Irán despliega drones, asesores y sistemas de guerra asimétrica en el continente, el régimen cubano es parte esencial de esa cadena operativa.
No era alarmismo. Era lógica. No se necesita ser espía ni general para entenderlo. Solo hay que unir las piezas. Cuba no es un actor marginal, ni un observador pasivo. Es el centro táctico del eje que Irán, Rusia y China están utilizando para acercarse a Estados Unidos desde el Caribe. Lo dije antes de que lo dijeran ellos. Luego lo sostuve con hechos. Lo entendí porque no tengo compromisos con ninguna narrativa cómoda ni miedo a que me etiqueten. El tiempo me dio la razón.
Ahora los que se burlaron guardan silencio. No porque comprendieron, sino porque los hechos los dejaron sin espacio para la risa. Ya no pueden acusar de exagerado al que vio venir lo que ahora reconocen hasta los diplomáticos. Cuando uno no tiene miedo de pensar por cuenta propia, suele ver antes lo que otros necesitan permiso para aceptar.
Cuba no es un país aislado. Es una plataforma militar en manos de una dictadura aliada de regímenes enemigos de Occidente. Esa es la verdad. Siempre lo fue. Hoy solo quedó en evidencia.