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Por Jorge Menéndez ()
Cabrils.- La Unión Europea le pidió a Cuba que revisará su posición respecto a la devolución a la cárcel de José Daniel Ferrer. Pero, en su acostumbrado tono prepotente, el gobierno cubano respondió con aquello de que eso era injerencia en los asuntos judiciales de Cuba.
José Daniel Ferrer, con el que estoy de acuerdo en varias cosas y en otras no, fue liberado por gestiones del Papa. Hace dos días, tras tomar su casa, lo volvieron a enviar a prisión y aprehendieron también a su esposa e hijo.
No contentos con esto, manipularon a niños para hacerle un acto de repudio.
Este es el modus operandi de un gobierno que se jacta de mano dura, que no reconoce una forma de pensar diferente. Llenan las cárceles por el solo hecho de ver la vida de forma distinta.
Ciertamente he de reconocer que el gobierno cubano durante 66 años ha sido consecuente con sus formas de actuar. A diferencia de la Unión Europea, la cual se vanagloria de tener un acuerdo sobre Derechos Humanos con Cuba. Ante tales violaciones se limita a «interesarse o exhortaciones».
Es hora ya de que países democráticos tomen medidas de acuerdo con la represión que se vive en Cuba. Si la justificación de su fracaso es el bloqueo, pues entonces que lo sea por parte de todos, pero con todas las consecuencias.
La Unión Europea no tiene políticas coherentes hacia Cuba. Constantemente se ve burlada por el gobierno cubano, que incumple todas y cada una de las cosas que firma.
Estados Unidos también debería tener una política más coherente hacia Cuba, que se ha convertido en un régimen despiadado. Este régimen sobrevive únicamente a costa de las penurias de su pueblo.
Es hora de ponerse duro de no mirar para otro lado, de no pasar de largo con un gobierno que no respeta los derechos de las personas. Esto incluye el más elemental de todos, el derecho a la vida y a la alimentación.
Los mecanismos existen y el mirar para otro lado sobra.
Ayer la prensa cubana también arremetió contra el encargado de negocios estadounidense en Cuba, por sus visitas de apoyo a la oposición cubana. Esto es normal en cualquier país mínimamente democrático, y el gobierno cubano no lo soporta y te lincha.
Estoy convencido de que con Cuba hay que ser más drásticos, pues la situación del pueblo cubano cada vez es más desesperante.