CAJEROS SIN EFECTIVO, Y SIN EXPLICACIONES

Por Anette Espinosa
La Habana.- La mayoría de los cajeros electrónicos de la capital cubana no tiene efectivo y nadie da una explicación al pueblo, incluyendo los funcionarios del sistema bancario, lo cual ha terminado por exasperar a la población.
Según una publicación en su muro de Facebook, José A. Álvarez, denuncia que en el “Banco Metropolitano del FOCSA -en pleno Vedado capitalino-, una fila espera para extraer efectivo de los cajeros automáticos. Son las ocho y media de la mañana y aún no los han habilitado”.
“Hasta ahí, bueno, está bien, estamos acostumbrados a todas las ineficiencias, pero es intolerable que un funcionario muy joven le diga a los ciudadanos que no tiene que darle explicaciones a nadie”, denuncia Álvarez, quien, al parecer, aún no se ha adaptado al modus operandi de las empresas castristas, incluyendo su sistema bancario.
“Pese a mi temperamento sosegado, exploto, manifestando a voz en cuello que los funcionarios tienen la obligación de dar respuesta a los ciudadanos, pues éstos son el soberano. Yo no me conocía, me volví una furia gritándole al funcionario, quien no se detuvo a escucharme”, reiteró.
“Luego cogí tribuna para recordarle a la cola que la (porquería de) Constitución le confiere la soberanía al pueblo. Alguien me dijo que eso era sólo en el papel. Está claro, sólo me reí”, finalizó Álvarez.
Lo cierto, los bancos de Cuba tienen problema con el efectivo, incluso en los pasados días feriados algunas oficinas abrieron para recibir dinero de las empresas de comercio, incluyendo las bodegas, porque no tienen en sus arcas.
Encima de eso, los cajeros automáticos diseminados por la capital y el resto del país, que no son muchos ni ofrecen buen servicio, generalmente no trabajan, por problemas con la corriente, porque no tienen efectivo, o porque están bloqueados. Y si eso ocurre un viernes o un sábado, por ejemplo, no los activan hasta el lunes.
Encima de eso, la calidad de las tarjetas de los bancos cubanos es pésima y se desmagnetizan al momento, o al contacto con dispositivos electrónicos cualquiera, entre ellos los celulares, los cuales obligan a trámites extras, demasiado engorrosos, sobre todo para las personas mayores o los que no tienen teléfonos móviles.