
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Ramón García Guerra ()
La Habana.- Las ciudades pequeñas en Cuba (28 en total) son el barómetro con que medimos la colonialidad del poder en nuestra sociedad. ¿Cómo es que se fijan y rehacen las relaciones de poder en esa escala? Fijemos la vista en ese ámbito de la sociedad y consideremos los cambios que han ocurrido en Cuba en las últimas cuatro décadas.
Entonces el criterio que adoptamos en el análisis de la cuestión incluyen el grado de integración de esas comunidades en el sistema y las cuotas de autonomía de la sociedad local logradas por ésta en medio del proceso.
Durante la década de 1990 ocurre el quiebre de las formas de integración al sistema de esas ciudades, -establecidas en la era soviética y basadas en un modelo productivista- dando paso a una etapa de alta creatividad popular.
Explica eso que el trabajo informal, las remesas y el comercio de fronteras estén hoy sobre representados en esas ciudades, así como se advierte en ellas la presencia de una economía mixta con anclaje en la comunidad.
Creemos que esas ciudades son el eslabón débil del sistema de dominación de la sociedad; porque en ellas no solamente se produjo una desconexión del sistema, sino que también es allí dónde la nueva sociedad logró las mayores cuotas de autonomía en la transición de la sociedad cerrada que éramos a la sociedad abierta que somos en la actualidad.