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Por Jorge Menéndez ()
Cabrils.- Un vuelo de la aerolínea Spirits, de Estados Unidos, intentó aterrizar la víspera en Puerto Príncipe, la capital de Haití, y al tocar tierra fue baleado, incluso uno de los pilotos fue herido, lo cual obligó al avión a elevarse e irse hasta República Dominicana, donde finalmente aterrizó.
Según versiones de la prensa, hay una gran proliferación de las bandas criminales en la capital haitiana, las cuales se han dividido las zonas de influencia.
La crisis haitiana se ha llevado por delante a gobiernos enteros, y se han convertido en habituales los secuestros, tiroteos, sin que las fuerzas del orden tengan el más mínimo control.
(Basura en Puerto Príncipe)
Al mismo tiempo, en la parte occidental de la isla de la Española -es decir, en Haití- son inexistentes los servicios de luz, agua y gas, menos en las zonas pudientes, porque el narcotráfico es la base de financiación del crimen organizado y su sustento.
Haití es el ejemplo típico de una sociedad sin control, donde impera la ley del más fuerte o del que tiene las mejores armas. Al mismo tiempo, es hoy un país olvidado por el mundo, que mira hacia otro lado, y se olvida de las carencias de aquellas personas, incluso las más esenciales para los humanos.
¿Cuál es el camino de Cuba?
En la vecina Cuba, tener lo más elemental se ha convertido en tema de privilegiados: un plato de comida es una bendición, el narcotráfico prolifera en la juventud como nunca y la aparición de bandas delincuenciales también es un hecho.
(Basura en La Habana)
Precisamente ayer, en un mercado de Santiago de Cuba, apareció muerto su custodio y tampoco son raros barrios atemorizados por bandas que comienzan su «accionar» al anochecer.
La gente no tiene dónde vivir, pues los materiales de construcción los monopoliza el Estado, que los destina a construir casas para militares, policías y dirigentes, y el resto tiene precios inaccesibles a la población.
(Bandas en Haití)
El Estado prioriza también los hoteles para el turismo, los cuales, posteriormente, estarán vacíos, pues la crisis ya toca al turismo de pleno. Y los inmigrantes cubanos prefieren sacar a los suyos de Cuba que ir a la isla de visita, mientras el gobierno canadiense alerta de las carencias en Cuba y aconseja no viajar, y el principal turoperador mexicano se va de Cuba.
Así que solo quedan los rusos, que ahora mismo tienen muchos destinos europeos cerrados, pero que en algún momento se les abrirán y dejarán de visitar Cuba.
¿Qué planes tiene el gobierno cubano para paliar todo esto?
(Hambre en Haití)
La realidad: ninguno. Pues simplemente ya no tiene control de nada y por tanto tampoco tiene capacidad de reconvertir la situación.
El gobierno cubano se dedica a destrozar lo poco que queda de las mipymes con multas que suman más de 600 millones de pesos, y prioriza el control de precios como si con eso fueran a resolver las carencias, y se dedica a encarcelar a cualquiera que manifieste su inconformidad. Lo demás son las conocidas arengas de «vamos a salir», «Cuba no está sola», «hay que guapear», y esto no resolverá absolutamente nada.
(Hambre en Cuba)
Díaz-Canel se la pasa dando viajes por toda la isla y poniendo a Manuel Marrano a dar la cara por televisión cuando no lo hace él.
Simplemente, nadie reflexiona sobre las realidades de hoy, porque el gobierno ya entiende, sin decirlo, que no puede con una situación que se les fue de las manos. Sin embargo, prefieren mantenerse que dimitir.
Cuba cada vez se va asemejando más a Haití. De hecho, muchas de las carencias son similares a las haitianas; las mafias toman posesiones y la inseguridad se va metiendo en el alma y el cuerpo de la gente común, en tanto encarcelan a lo honestos, a los que critican al gobierno, y los criminales de verdad siguen en las calles.
El camino de Haití se corta de raíz con cambios valientes y reales, o muy pronto habrá dos haitís en el Caribe. Vivir para ver.