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DÍAZ-CANEL INSISTE EN QUE TODO ESTÁ BIEN Y NADA HA COLAPSADO

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Por Anette Espinosa ()

La Habana.- Díaz-Canel vive en un mundo paralelo y los cubanos lo sabemos, porque es la única forma de entender las declaraciones del hombre que Raúl Castro, habilidosamente, puso al frente de Cuba para que aguantara el golpe de la destrucción silenciosa del país, en espera de un milagro divino en el que ya nadie cree.

En las últimas horas, el impuesto mandatario apareció en televisión para pedir a los medios y a sus seguidores que informen, que lleguen con la información a la gente para que sepan lo que su gobierno hace en Artemisa y La Habana tras el paso del huracán Rafael, sin descuidar Guantánamo, donde Oscar, otro ciclón tropical, sumió en la destrucción y la muerte a los habitantes de tres municipios, sobre todo.

Estamos trabajando con entusiasmo, con pasión, dijo el jefe de Estado con su habitual antipatía, y se atrevió a hablar de la electricidad, con desmedido optimismo, y dijo que ya el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) ha vuelto a sincronizar, aunque en muchas regiones del país, donde no ha soplado viento alguno, ni ha caído un milímetro de lluvia, los apagones son cada vez más largos.

La noche anterior, en Encrucijada y Manacas (Santo Domingo), pueblos de la provincia que él dirigió, salieron personas a las calles a sonar calderos. En esos sitios apenas hubo electricidad en los últimos cuatro días. Y cuando decimos apenas, nos referimos a una hora o dos en casi 100. Y la gente ha perdido lo poco que tenía en sus refrigeradores, entre esas cosas algún pedazo de carne o un pomo de leche comprado a precio de oro para niños y ancianos.

Puede ser una imagen de 2 personasY entonces sale el presidente, desde un salón climatizado, rodeado de sus halalevas habituales, con la barriga llena, a pedirle a los medios y a esos que tienen contratados para hacer de cibeclarias, que le informen a la gente, que le digan la verdad, pero, sobre todo, insiste en que desmonten la campaña de desprestigio que han montado los que él llama odiadores, y que somos nosotros, los únicos que le decimos la verdad al pueblo cubano.

«Hay que ofrecer mucha información de cómo nos vamos recuperando, qué pasó en la realidad, e ir rompiendo la campaña enemiga que los odiadores ya pusieron en marcha para decir que Cuba es un país colapsado», dijo.

Puede ser una imagen de 3 personas, iluminación y fuegoY luego agregó que «aquí no hay nadie colapsado, aquí lo que estamos de pie, combatiendo, y ya resolvimos en una primera etapa la desconexión que se produjo en el sistema eléctrico».

Cuando uno lee -o escucha- estas cosas, no tiene menos que sentir odio y repulsión por este personaje que cada vez es más aborrecible, menos creíble, más simplón y menos empático con la gente, porque solo a alguien así se le ocurre decir que el sistema eléctrico está restablecido o que en los lugares por donde pasaron los huracanes se trabaja en la recuperación, cuando la gente no tiene qué comer, no hay leche para los niños en todo el país, y en muchos lugares las personas no tienen ni dinero para comprar lo poco que les venden, por deficiencias en los bancos, en los cajeros, por la electricidad, o por lo que sea.

No hay ninguna descripción de la foto disponible.Mientras Cuba se muere, totalmente colapsada, el anormal que dirige el país dice que hay que informar bien para que los odiadores no tengan cabida, algo así como que incita a mentir para que la gente no crea a los únicos que dicen las verdades de la isla.

¡Abajo Díaz-Canel!

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