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Por Oscar Durán
La Habana.- El Pleno Extraordinario de La Habana se efectuó hace unos días y yo pensé que Liván Izquierdo Alonso iba a abordar el tema de los “grandes avances” de su mandato con el tema de la basura, del agua y todo el desparpajo viviente en la capital cubana.
Nada de eso hizo el Primer Secretario habanero, quien quedó tirado a un segundo plano por la presencia de Miguel Díaz-Canel, el Hombre de la Limonada, un tipo que debería estar a tiempo completo en Guantánamo chequeando el desastre de Imías y San Antonio del Sur y no dando la misma muela de siempre desde un sillón con aire acondicionado.
Todas esas reuniones empiezan y terminan en lo mismo: “que si los momentos son difíciles y debemos superarlos con inteligencia, aprovechando el talento del pueblo y generando compromiso. Que si al Partido le corresponde todo, que si los jóvenes son los protagonistas de este momento histórico…” Por eso mismo nadie les hace caso.
No se cansan de hablar porquerías. Nadie les hace caso, sin embargo, se crean una película en cada reunión y salen contentos como si todo se fuera a resolver en dos días. Definitivamente esos gordazos viven en un país diferente al nuestro y no les importa nada.
Les pongo un ejemplo simple: La Habana ahora mismo es un vertedero andante, generando 30.000 metros cúbicos diarios de basura y sin equipos de recolección; en varios municipios la situación del agua es compleja, pero en el Pleno Extraordinario se hizo énfasis en la política de cuadros, la militancia y sabrá Dios cuántas estupideces más.
Sean prácticos. Vayan directo al grano. En vez de estar reunidos para no resolver nada, vayan para La Habana Vieja o el Cerro y pónganse a recoger toda la pudrición que hay en las calles. La gente agradecería más esas cosas y no gastar recursos y tiempo en la verborrea de siempre.
Hubo una parte del Pleno donde Liván Izquierdo dice que “es posible superar todos los problemas”. Qué cómico. Te hablan de arreglar Cuba, pero no te dicen una fecha exacta. Queda a la imaginación de uno. Puede ser dentro de 65 años más, o quizás en el 2029, como le dijo Manuel Marrero a un periodista en Irán.
Desde hace rato nos convertimos en la carcajada de un triste. Un país cayéndose a pedazos y los dirigentes hablándote lo contrario. Todo es una mentira en este archipiélago, señores: ni Cuba avanza, ni los apagones se van a acabar; la situación del agua no se va a arreglar, la canasta básica va a seguir faltando, Salud Pública continuará colapsando y Educación seguirá formando talentos del chancleterismo al estilo Chocolate MC.
Solo funciona una cosa en la isla, para que lo tengan claro: el apetito de la cúpula. Las barrigas de Canel, Marrero y compañía sí avanzan, muy a la par de la basura en La Habana, la mal llamada Ciudad Maravilla.