La Habana.- La prensa oficial reportó el balance del Ministerio de Comercio Interior manteniendo el formato de otros reportes de balances ministeriales: formulaciones enigmáticas, abundantes exhortaciones, sequedad de datos y escasez de detalles sobre programas concretos.
Se mencionó la necesidad de un “cambio en el concepto del mercado interno”, pero la crisis de comercio interior no se deriva tanto de un problema de “concepto” como de la evidente coexistencia de una quiebra de oferta y empobrecimiento de los consumidores.

Se habla de “un audiovisual donde se mostraron los principales resultados alcanzados en el 2023”. Sería conveniente divulgarlo porque existe un llamativo “apagón estadístico” respecto al comercio interior, con ausencia de los datos físicos de oferta de 2022.

El gobierno se refiere a la distorsión derivada de su propia estadística, como si no fuera su responsabilidad. No habría espejismo de “sobrecumplimientos” de circulación mercantil si la estadística oficial incluyera valores ajustados a la inflación y datos físicos actualizados.
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