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Por Javier Bobadilla
La Habana.- Dice Vivek Ramaswamy, ex-candidato presidencial republicano de los EEUU, que la mejor medida de la salud de un país es el porciento de gente que se siente libre de decir en público lo que realmente piensa. Acto seguido, dice que están muy mal. Allá, en la Yunai.
Pongo pausa, y me río. ¿Qué sabrá él de la vida, que nunca le ha dao un beso a un caballo? Si allá están mal de salud, aquí nos enfermamos, nos morimos, nos podrimos, nos comieron las tiñosas, nos cagaron y abonamos la tierra, hace muchos años. De la fertilización nació una planta venenosa.
Vamos a ver los resultados de la encuesta, porque en fin, ese problema no se va a arreglar ahora.
La pregunta era:
«¿Deberíamos tener un Diputado de la Oposición en la Asamblea Nacional?»
Al momento de escribir esto, los resultados eran:
Facebook (1185 suscriptores): Sí 541 (45.65%) / No 21 (1.77%) / Abs. 623 (52.57%)
Telegram (2062 suscriptores): Sí 592 (28.7%) / No 63 (3.05%) / Abs. 1407 (68.23%)
WhatsApp ( 696 suscriptores): Sí 231 (33.18%) / No 17 (2.44%) / Abs. 448 (64.36%)
Ganó el Sí con mucho. No obstante, esto de las encuestas me ha enseñado algo al respecto de los cubanos. Los números que muestro son los suscriptores de los canales. En mi página de Facebook tengo 18 mil 882 seguidores, y en mi perfil personal cinco mil amigos. Todo esto no se suma, la mayoría de los conjuntos se solapan, para lograr un promedio de 10 mil alcances por publicación en estos últimos días.
Pero si usamos el número de seguidores de la página, 18 mil 882 -porque yo anuncié la votación en la página-, tenemos que votó el 7.75 por ciento de los seguidores de la página. 92.25 por ciento de abstención.
¿Moraleja? ¡No votó nadie! Realmente ganó la abstención, en los canales y en la página.
A la gente le da picazón la pregunta de Sí/No. Cuesta Dios y ayuda que respondan. Eso sí, todo el mundo tiene un cuestionamiento sobre la pregunta. Más exactamente, todo el mundo tiene tres respuestas, -el Puede Ser, el No Me Queda Claro, y el Vamos A Ver-, para usar en dependencia del contexto en que se haga la pregunta. Los comentarios llovieron.
Somos un país dependiente del contexto. Yo me sumo. A mí me ha sido muy difícil superar el tema de las preguntas de Sí/No. Quizá deberíamos adaptar el asunto a nuestras necesidades. Somos personas con necesidades especiales, recuerden que nos morimos de mala salud hace tiempo.
Yo voté Sí, en las tres. No es trampa, para mí son tres votaciones diferentes, hechas en poblaciones diferentes.
¿Por qué voté Sí?
Volvemos a lo mismo. La explicación siempre es más importante que el voto. Nos diluimos en los detalles.
Primero, pregunto que «un diputado» porque no hay ninguno, y como está la cosa, es extremadamente poco probable que de pronto aparezcan varios. Así que entre el Ninguno y el Varios, obligatoriamente está el Uno, eso es Matemática Discreta de bodega.
¿Hay una probabilidad real de poner Uno?
Todo en la vida es una apuesta. Yo creo que sí, si se hace bien la apuesta.
¿Qué es hacerla bien?
Según Ellos mismos, debe haber una proporción aproximada de un diputado por cada 20mil votantes. Si dividimos los más o menos ocho millones de votantes entre los 470 diputados, da como 17 mil, que está en el rango. Por tanto, para hacer alguna presión, hay que tener MÁS de 20 mil votantes del lado de acá. Votantes, inscritos en el registro, sin limitaciones para ejercer el voto, con residencia en Cuba por un período no menor de dos años antes de las elecciones, verificables con nombre completo y número de carnet de identidad. Esos requisitos no me los inventé, los saqué de la Ley Electoral del 2019.
Ahora bien, en ninguna parte dice que con más de 20 mil firmas uno se puede hacer delegado. El proceso legal yo sé exactamente cómo es, y también sé como es la trampa. Estoy hablando de meter el cuerpo limpiamente, porque hay cobertura.
Por el otro lado, a los partidarios del No los impulsa una idea central:
«Un Diputado de la Oposición va a legitimar la Asamblea Nacional.»
Le tienen terror a legitimar. Entre estos hay gente que quiero y que respeto, pero siento decirlo, más equivocados no pueden estar. La Asamblea Nacional es legítima, el Gobierno de Cuba es legítimo y Díaz-Canel es el Presidente legítimo. Nosotros somos los ilegítimos, que lejos de tener poder de legitimar nada, deberíamos estar buscando legitimarnos, y eso nada más lo podemos lograr yendo a jugar al terreno de los contrarios. Salir de adentro de la portería, coger la pelota y dominar el mediocampo, que ahí el oponente está encuero.
Si no me creen, hagan memoria.
– ¿Qué pasó con la oposición cuando vino Obama?
– Nada. Ni siquiera habló con ellos. Les retiró el apoyo y los cambió por los emprendedores.
– ¿Qué pasó con la oposición cuando vinieron los representantes de la Unión Europea?
– Nada. A duras penas se rebajaron a escuchar a algún representante de la sociedad civil, al cual, después de escucharlo, ni siquiera se dignaron a responderle.
– ¿Qué pasó con DC cuando fue a New York?
– Nada. Lo recibieron como a cualquier otro presidente, y el NYPD y el USSS lo cuidaron para que no le pasara nada.
– ¿Qué pasó con el 27N?
– A Yunior le dieron visa, y los demás tuvieron que halar tremendo volcán para escapar. Y por volcán me refiero a cualquier medio de salida del país habido y por haber.
– ¿Qué pasó con el LuisMa y Maikel Osorbo?
– Yo no sé. ¿Tú sabes? Para que me cuentes, a ver si me entero.
– ¿Qué va a pasar con los emprendedores y los mipymeros cuando pase esta oleada, se acabe la inversión, cierre la importación, alguien le pise el callo al general equivocado, o Trump salga presidente?
– ¿Se los tengo que decir?
Legítimos no hemos sido nunca. Lo que si hemos sido es la pelotica del pimpón de EEUU, la Unión Europea y el Gobierno Eterno, todos estos años. Y si no recuperamos el control de la narrativa, lo vamos a seguir siendo. No lo digo yo, se los dicen la matemática y Vivek Ramaswamy. A alguno de los dos deberían hacerle caso.