¿QUÉ DIRÁN DE 2025?

En estos momentos, una actitud del gobierno cubano de prometer un año 2025 difícil, complicado o peor, tras cinco años consecutivos de promesas económicas incumplidas, sería profundamente criticable, porque nos dejaría al pueblo en un estado de desilusión y desesperanza.

La incapacidad demostrada para prever y abordar las crisis actuales, como el desabastecimiento y la creciente desconfianza, son muestras – lo quieran reconocer o no- de una falta de compromiso con el bienestar del pueblo cubano.

Prometer un futuro sombrío para 2025 no sólo perpetuaría la desconfianza, sino que también evidenciaría la ineficacia del liderazgo actual para generar cambios significativos y sostenibles.

Por todo lo anterior, aconsejo que piensen bien qué van a decir y qué van a hacer. Sin discursos estériles llenos de ilusiones y aspiraciones enfocadas como sucesos seguros o, con toda una arenga culpando al bloqueo de todos nuestros males.

Está de más, pero considero que debo decirlo: los jefes que no interpreten este post como un consejo con muy buena intención son unos incompetentes.