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Irtercambio comercial con Moscú creció nueve veces, según premier ruso

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La Habana.- Los vínculos comerciales entre Cuba y Rusia van en serio y aunque la mejoría no se note, al menos entre los ciudadanos de a pie de la isla, en la reunión entre los primeros ministros de ambos países, que se celebró en la ciudad rusa de Sochi, trascendió que el intercambio se multiplicó por nueve en el primer cuatrimestre de 2023, comparado con el de 2022.

Manuel Marrero sigue en tierras rusas y como parte de su vista se reunió con su homólogo Mijaíl Mishustin, quien recordó a los medios que «pese a la coyuntura externa desfavorable, el comercio bilateral ascendió el año pasado a casi 60.000 millones de rublos (unos 720 millones de dólares al cambio actual) o más de 20.000 millones de pesos. Este año la tendencia se mantiene y de enero a abril el comercio creció nueve veces con respecto al mismo periodo de 2022».

El premier ruso adelantó que el intercambio comercial con Cuba seguirá creciendo, según declaraciones que recoge la agencia Sputnik, y agregó que «Cuba es un socio importante en América Latina para nuestro país, nuestra cooperación se cimienta en las sólidas tradiciones de amistad, solidaridad, respeto mutuo y confianza recíproca. Juntos hacemos frente a sanciones sin precedentes de los Estados hostiles».

Sin embargo, urgió al gobierno de La Habana a relanzar la cooperación para incrementar el comercio y las inversiones, lo cual, en buen cubano, significa que terminen de abrir las piernas para que los rusos se metan, porque de reciprocidad no habrá nada. Cuba no tiene nada que vender al mercado ruso, ni cómo invertir en el país euroasiático.

Si acaso, podrá venderle a los rusos un poco de langosta, tabaco, ron y carbón, porque la isla caribeña no produce nada más. Eso sí, Cuba puede recibir de Moscú todo lo que necesita, aunque no queda claro a cambio de qué, porque La Habana no tiene con qué pagar.

Los rusos de ahora no son los soviéticos del siglo pasado que mandaban a la isla lo que esta necesitara sin que antes sonaran las registradoras en Moscú. En la actualidad hay que pagar para que los barcos salgan con productos para Cuba, algo que ha quedado claro en todas esas reuniones de las comisiones intergubernamentales.

Incluso, en suelo ruso hay aviones cubanos ya reparados, que no han sido entregados a Cuba porque La Habana no pagó los servicios aún. Y lo mismo sucede con un crédito para la ampliación y mejoramiento de las termoeléctricas, que Moscú retiene hasta tanto no tenga garantías de pago de la contraparte caribeña.

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