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Por José «Pepe» Centella. Corresponsal EE.UU
Port Saint Lucie, Fl.- Hace mucho que dejé Miami pero afectivamente el tema Cuba me duele como a cualquier cubanoamericano. Y me enoja mucho ver como los mal llamados influencers hacen de la lucha por la libertad de la isla, una manera de enriquecimiento a través de shows baratos que de tanto inflarlos llegan al punto de explotar.
Entre ese marasmo de influ-mierdas y sus chismes y brétetes es ahora el turno de Manuel Milanés, un aterrizado en paracaídas desde Dominicana hasta Miami donde se dio a conocer misteriosamente en el el Show de Otaola presentándose como un economista financiero de élite que tenía el proyecto Un Socio para tu Negocio y con el cual pretendía escuchar proyectos de emigrados cubanos y si resultaba atractivo, los financiaría.
Muchos cayeron es esa especie de tumbe barato y poco se sabe de alguien cuya idea financiada por Milanés haya dado resultado.
Luego, al ver que vender humo en Miami da buen dinero, inició su carrera en solitario de la mano del comediante Bonco Quiñongo (que ni pinta ni come fruta en su streaming) para ir escalando en proyectos tan descabellados y piramidales como Uber para impedidos Físicos y el llamado Consejo para la Guerra Anticomunista, un sistema de ventas de bonos que finaciaría un conflicto armado dentro de Cuba que ha traído demasiados cuestionamientos y que finalmente Milanés tuvo que intentar aclarar en su web pero de manera muy ambigua. Un tumbe más para hablar en cubano de barrio.
Y lo es porque en Estados Unidos a principio del siglo XX se aprueba la Ley de Neutralidad (Neutrality Acts léala aquí) modificada en 1939 hasta su versión actual y que establece que
es ILEGAL que cualquier persona en territorio estadounidense financie y prepare expediciones armadas contra un pais que NO esté en guerra con la nación americana. Asi que dar dinero a Milanés para una guerra en Cuba ademas de un delito es una verdadera estupidez.
Pero Milanés además de ser corcho es muy bueno en eso del brete y la infladera. Todo le iba muy bien hasta que se le ocurrió publicar un video, amarillista que busca views y likes monetizadores, en el que habla con una mujer que resultó ser empleada del empresario cubanoamericano Hugo Cancio, quien ha recibido el beneplácito de la tiranía y de la administración Biden para iniciar la venta de vehículos ligeros y comerciales a la isla, burlando legalmente las limitaciones del embargo.
En su festinación, Milanes olvidó que las leyes de la Florida exigen notificar a una persona que está siendo grabada y que sus palabras serán publicadas en medios o redes sociales. Y como el es guapo de varrio, lanzó la grabación y ahora se topa que el empresario Cancio ha iniciado una demanda contra el influencer que usted puede leer aquí y que ha hecho las delicias no solo de los partidarios de la tiranía en EE.UU sino de la propia cúpula castrocanelista.
Aunque Milanés ha dado algunas declaraciones , parece no entender que su situación se balancea entre dos opciones posibles, o borra el video y se disculpa publicamente o será encausado por un delito que en Florida se considera de Tercer Grado, un nivel donde también caen y cito ….
¿Qué hará el influencer que peca de soberbio? ¿Será capaz de disculparse publicamente? Porque de ser así al menos uno de tanto infladores que pululan en Miami recibirá un escarmiento de que las cosas a lo cubano de Castro no funcionan en Estados Unidos.
O será que creyó que era inmune por su camaleónica virtud de asociarse lo mismo con anticastristas de Miami que con políticos acusados de corrupción como Bob Menedez y con intelectuales como Zoé Valdés en una mezcla estilo corcho al más viejo y rancio proceder del obscuro frances Joseph Fouché
Para mi, Hugo Cancio es un ser despreciable. Sin honor ni respeto por la memoria de su padre exiliado. Pero que ponga en su lugar a tipos como Milanés bien vale la misa por lo menos en eso.
No hay libertad posible de Cuba cuando desde el exilio, o lo que queda, lo único que importa es monetizar a través de las redes sociales o Youtube. Y nada mejor que hacerlo exprimiendo el dolor del cubano de a pie, o autotilulándose anticastristas de facebook pero sin presentar un proyecto viable, legislado y sobre todo que merezca la mirada de organismos internacionales que presionen al mal llamado gobierno cubano. Estos pseudolíderes en el fondo necesitan al castrocanelismo para seguir viviendo. Es la gasolina que los mueve y para ello son tontos últiles que solo hacen flacos favores a la tiranía.
Tipos que hacen de la supuesta lucha por la libertad cubana un show para solo ganar popularidad y dinero, NO puden tener el más mínimo respeto de los cubanos que aún tomamos muy en serio el dolor de nuestro pueblo.