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Por Patxi Morales
Santa Clara.- Los medios de prensa afines a la dictadura van de ridículo en ridículo. Esta vez le tocó el turno a Escambray, el órgano del Partido Comunista en la provincia de Sancti Spíritus. Y lo hizo a lo grande, sin remilgos, para que la gente lo disfrutara de verdad. Nada de medias tintas.
Una especie de reportaje, firmado por Enrique Ojito y Yosdani Morejón, recrea el actuar de un individuo que fue condenado a 15 años de prisión por incendiar cañaverales en varios lugares de la provincia de Sancti Spíritus, aunque el juicio se realizó en el Tribunal Provincial de Villa Clara. Vaya usted a saber por qué.
La nota, de principio a fin, pretende ser sublime, pero cae una y otra vez en lo irrisorio, en primera instancia porque nunca menciona el nombre del sancionado, ni publica fotos del mismo, aunque sí de la moto en la que, supuestamente, se movía el hombre para incendiar los cañaverales.
Ahí está la primera de las dudas: la dictadura que tan presta se muestra cuando aplica una sanción, para dar el ejemplo, ahora oculta el nombre del reo, y no lo muestra ni en fotos. Y a eso agreguemos que el juicio fue en Santa Clara y no en Sancti Spíritus, que también tiene tribunal provincial. ¿Para pensarlo, verdad?
Entre intentos de lograr un periodismo fino, pero demasiado volátil y poco creíble, además de cargado de seudometáforas y símiles forzados, nos enteramos que los hechos acontecieron en enero, a pesar de que el hombre, según cuenta Escambray, fue detenido cuando aún los cañaverales ardían.
Me parece demasiado forzada la historia: un reo sin nombre ni foto, culpable confeso, con juicio en Santa Clara en lugar de Sancti Spíritus, con una condena de 15 años nada más, a pesar de haberle prendido candela a cuatro cañaverales diferentes. Y encima de eso, dos periodistas de los mejores de la provincia, contándolo todo cual si fuera una novela.
Para mí todo es una farsa, un teatro mal montado: no hay reo, no apareció nunca el hombre que le prendió fuego a los cañaverales, uno de los cuales estaba debajo de aquella línea de alta tensión que sufrió un corte y provocó que todo el país se quedará sin electricidad por horas, allá por enero.
Incluso, cuentan que la voluntad de los hombres de las cooperativas impidió que se quemaran completamente los cañaverales incendiados, pese a lo cual, provocaron los cortes eléctricos. Increíble.
Ese cuento que se lo hagan a otro, pero yo no me lo voy a tragar nunca. La dictadura usa sus medios, una vez más, para infundirle miedo a la población, para intentar evitar que siga la quema de cañaverales, casas de tabaco, entidades de las empresas eléctricas o ranchones dedicados a la atención a los turistas.
No hay más. Acá les dejo el link de la información de Escambray para que lean ustedes y saquen su conclusiones: http://www.escambray.cu/2023/candela-en-el-canaveral-fotos-y-tabla/