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Por Redacción Nacional
La Habana.- En cuatro años, la población cubana decreció en casi un millón y medio de habitantes debido a la migración, la baja natalidad y la mortalidad. Así lo indicaron el lunes autoridades demográficas y académicas de la isla.
En contrapartida, alertaron sobre un alto índice de embarazos adolescentes. Aunque la isla tuvo en las últimas cuatro décadas un proceso de envejecimiento de la población similar al de países desarrollados, con incremento en la expectativa de vida y una natalidad muy baja en comparación con otros del continente, en estos cuatro años la inercia se hizo más aguda. Esto se debe a la migración, explicó el vicejefe de la Oficina Nacional Estadística e Información (ONEI) de Cuba, Juan Carlos Alfonso Fraga.
Alfonso Fraga y varios expertos participaron de un panel para la presentación oficial en Cuba del Informe sobre la Población Mundial 2025 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Según las cifras ofrecidas por el funcionario, desde enero de 2020 a diciembre pasado, el país perdió 1,4 millones de habitantes. Esto ocurrió debido a muertes o salidas del país, en un contexto de pocos nacimientos.
En la primera fecha de referencia había en la isla 11.193.470 personas y en la segunda 9.748.007, precisó el funcionario de la ONEI.
En este brillo, Cuba atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia. Este proceso fue ocasionado por la paralización debida a la pandemia de COVID-19, de la cual no se recuperó. También por una reforma financiera interna que trajo malos resultados y un radical incremento de las sanciones de Estados Unidos para presionar un cambio en su modelo político.
Una de sus consecuencias más visibles resultó en la migración, sobre todo de jóvenes en edad laboral. La mayoría de estas personas se fueron, mientras han quedado atrás muchas personas mayores o jubiladas.
Desde los años ’70, el país también reportó una baja tasa de fecundidad. Esta tasa está relacionada con el incremento de los niveles educativos de las mujeres. Además, su ingreso masivo al mercado laboral, las campañas de planificación familiar y la institucionalización del aborto influyeron. Cuba estuvo entre los primeros países en el continente en incorporarlo a su salud pública.
‘Tenemos una situación demográfica compleja. El país está en una nueva era demográfica’, remarcó Alfonso Fraga. Indicó que en paralelo con este fenómeno se reportan elevados niveles de embarazos adolescentes.
En este sentido, la subdirectora del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (CEDEM), Matilde Molina, aseguró que, aunque la fecundidad de las mujeres cubanas es baja en el contexto latinoamericano, alcanza los 1,2 hijos por mujer. Sin embargo, hay demasiadas gestaciones a término entre jóvenes de entre 15 y 19 años. En 2023 son 54 por cada 1.000 y 47 por 1.000 en 2024.
Según cifras de Naciones Unidas, por ejemplo, en República Dominicana hay 77 nacimientos por cada 1.000 adolescentes. Este es un caso extremo en el Caribe, mientras los indicadores a nivel mundial se estima en 46 por cada 1.000.
Los expertos aseguraron que las consecuencias para la salud y vida de las mujeres que dan a luz demasiado temprano, como por ejemplo el abandono escolar, son una mala noticia para cualquier país.
‘¿Cuba necesita más nacimientos? Sí, pero no a costa de la fecundidad de las adolescentes’, enfatizó por su parte Antonio Aja, director del CEDEM. (AP)