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Por Jorge Sotero ()
La Habana.- Apunten esta fecha: 10 de diciembre de 2024, y no la vayan a olvidar, porque este viernes el gobierno cubano alardeó una vez más de cumplir con los derechos humanos, y no solo los elementales -económicos, laborales…- sino también los políticos y sociales.
Las organizaciones que integran lo que ellos llaman ‘sociedad civil’, que de civil no tienen nada, fueron convocadas al Pabellón Cuba para hablar de los éxitos de Cuba en defensa de los derechos más elementales de las personas. Y saben qué, allí fueron los perseguidores de los CDR, los de la FMC y la CTC, todos controlados por el partido comunista.
Pero no les dije que apuntarán la fecha solo por esto, sino porque también ocurrió un hecho tremendo: la Central Termoeléctrica del Mariel, la Máximo Gómez, cumplió su plan de producción para 2024. Y de eso también alardearon en redes sociales.
«Hoy a las 7.18 am la CTE Mariel cumplió el plan de producción del año al llegar a la cifra de 1 114 809.3 MWh», dice la nota, donde se lee además que «ha sido un año de grandes retos y desafíos… y bla, bla, bla»… increíble.
¡Cuántos logros ha conseguido la termoeléctrica! Y lo mejor, en un año en el cual los cubanos han tenido menos tiempo sin corriente eléctrica que nunca antes. Lo mismo que lo de los Derechos Humanos: en tiempos en los cuales los cubanos padecen la crisis más grande de la historia, con más hambre, más falta de medicamentos, más violencia institucional, corrupción y bandidismo, sin lo básico resuelto, los dirigentes hablan de logros y hacen loas a ellos mismos.
Mientras, como pueden ver en la foto que encabeza esta nota, en El Calvario no hay gas. Los vecinos del lugar no tienen cómo elaborar sus alimentos y no tienen más remedio que hacer colas enormes en espera de que un día cualquiera aparezca un camión con el referido combustible.
La foto es de El Calvario, pero el calvario lo viven los cubanos en todas las regiones del país, sobre todo porque la inmensa mayoría de la población no tiene derecho a comprar gas, y como no hay electricidad en la hora pico de la tarde noche, cocinan con leña, carbón, tusas donde hay maíz, o con lo que se encuentren.
Cocinan -quiero dejarlo claro- los que tienen qué cocinar, porque hay muchas familias que no tienen qué, y esos viven en el mismo país donde el gobierno se da golpes en el pecho para hablar de supuestas conquistas en el apartado de los derechos humanos, y también el mismo donde los anormales de una termoeléctrica se autoelogian por haber sobrecumplido un plan de generación con el país apagado.
Pobre país, pobre de los cubanos, que nos hemos adaptado a vivir con la mentira. Ya no basta con ir a buscar alimentos al noticiero, ahora también se pueden buscar derechos en las redes, incluso electricidad.