Por Mauricio de Miranda ()
Cali.- Ya se ha despejado el camino en la confrontación por la Casa Blanca de aquí al 5 de noviembre. La vicepresidenta y candidata demócrata (ya ha recibido los votos necesarios antes de la Convención) Kamala Harris ha escogido al gobernador de Minnesota Tim Walz como compañero de fórmula.
Walz es identificado como progresista dentro de las filas demócratas, debido a su ejecutoria como gobernador de su Estado. Ya Trump ha reaccionado con el estilo que le caracteriza. Ha dicho que «sería el peor vicepresidente de la historia»; que «desatará el infierno en la tierra» y que «abrirá nuestras fronteras a los peores criminales imaginables». Vamos, algo así como el apocalipsis, según el ampuloso ex-gobernante. Lo peor no es lo que él diga, ya estamos acostumbrados a ese tipo de lenguaje. Lo peor es que tantos estadounidenses le crean, pero bueno, «de todo hay en la viña del Señor», dice el refranero popular.
Tim Walz (West Point, Nebraska, 1964) fue miembro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, de la Guardia Nacional de Nebraska y de Minnesota, entrenador deportivo de fútbol americano y profesor de un instituto. Tiene una maestría en ciencias. Entre 2007 y 2019 fue representante a la Cámara por el Partido Demócrata y a partir de ese año, gobernador de Minnesota.
Cuando se produjo el crimen policial contra George Floyd, impulsó una reforma policial en su Estado, así como un mayor gasto en protección del medio ambiente y en infraestructura, verificación universal de antecedentes para las licencias de armas, comidas escolares gratuitas universales, codificación del derecho al aborto, legalización del cannabis recreativo y otras medidas que seguramente llevarán a unos cuantos trumpistas a calificarlo de «comunista». Los veo venir.
A esos últimos les diré que se opone a que el gobierno se inmiscuya en las decisiones de las empresas. Es partidario de incrementar el empleo a través de la inversión en infraestructura, tales como carreteras, puentes, sistemas de transporte y desarrollo de energía limpia.
Es partidario de impulsar la educación pública de calidad, sin menoscabar la privada.
Fue partidario del derecho privado a poseer armas, pero ha cambiado su opinión frente a la sucesión de crímenes que se han facilitado por la escasa regulación en ese tema.
Apoya los derechos de las comunidades LGTBIQ y como gobernador prohibió en su estado la práctica de las llamadas «terapias de conversión».
Frente a la guerra entre Hamás e Israel, condenó los ataques del 7 de octubre, reconoce el derecho a la legítima defensa de Israel pero critica la respuesta inmisericorde del gobierno israelí respecto a la población civil.
Mi más ferviente deseo por una victoria del ticket Harris-Walz en las elecciones de noviembre. Aunque eso ya es sabido.
Fuentes: El País de España, BBC y Wikipedia (artículo con referencias citadas).
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