Por Anette Espinosa
La Habana.- Lo más normal del mundo es que los políticos mientan. Lo hacen todo el tiempo, desde las campañas electorales hasta que ocupan sus puestos al frente de países o instituciones. Son los llamados gajes del oficio y hasta quienes los sufren suelen entenderlos, porque va con la profesión, o hasta con la vocación.
Pero algunos se exceden. Y no solo se pasan en eso de mentir, sino en lo de manipular, como sucede en Cuba, donde los medios de prensa dan por bueno todo lo que dicen los que gobiernan, y hacen que una parte del pueblo -cada vez menor, por supuesto- se lo crea a pie juntillas. Sin embargo, algunos van más allá con sus mentiras, que llegan en tropel, unas tras otras.
La víspera, el ministro de economía cubano, y también vicepresidente, Alejandro Gil Fernández, dijo que la nueva resolución del Banco Nacional de Cuba de permitir la apertura de cuentas en dólares constituía una muestra más de que el país va en la dirección correcta. Lo dijo así, sin pudor alguno, solo dos años después de que el mismo gobierno al que pertenece suspendiera las cuentas en dólares estadounidenses.
Fernández, a quien no le va muy bien comparecer en televisión, porque suele enredarse y explicarse mal, apeló a Twitter para decir que el dólar estadounidense “ya se aceptaba en el mercado cambiario desde agosto de 2022; ahora se puede bancarizar y poner en tarjetas MLC, lo que podía hacerse con otras divisas y no con el USD”, y acto seguido agrega que “vamos en la dirección correcta”, en abierta referencia a las políticas que aplica el castrismo, del que él es parte, y por tanto responsable.
No se puede ser más cínico, ni más incoherente, pero tampoco los cubanos pueden criticarlo. Una gran parte no puede leer ni tener acceso a lo que dijo Gil, y la otra se lo creerá, porque no tiene medios alternativos a través de los cuales informarse y contraponer la información o las declaraciones de los gobernantes, con otras que van en sentido contrario, para luego decidir quién dice la verdad o quién miente.
Los que no lo creen tampoco pueden hacer nada, porque este señor es vicepresidente, además, y cualquier crítica pública -incluye las redes sociales- puede ser considerada una violación de la ley y, según el nuevo código penal, ser sancionado. La más larga y férrea dictadura que haya padecido cualquier país del mundo lo tiene todo amarrado.
Incluso, hasta intenta dar una buena imagen a sus medidas de cara a la opinión pública internacional, y de eso se encargan otros personajes, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parilla.
El feminoide canciller también apeló al Twitter para decir que la nueva decisión respecto a la moneda estadounidense, “es necesaria para enfrentar las actuales condiciones económicas del país y beneficiará tanto a la actividad económica nacional como a la población”.
A mí me gustaría saber cómo la nueva medida va a beneficiar a la población. Puede que beneficie a una parte, a la familia real y algunos de sus adláteres, pero al resto, que es la inmensa mayoría, le dará igual lo de permitir bancarizar el dólar, porque o no lo pondrá en ninguna de esas instituciones bancarias, o no tiene dólares.
Las declaraciones de Gil y Rodríguez Parrilla demuestran la facilidad con la que mienten los que gobiernan en Cuba, la impunidad que tienen y lo poco que consideran al pueblo, al mismo que intentaron enamorar semanas atrás para que fuera a las urnas a respaldar la farsa de la que saldrá próximo el nuevo gobierno, que será casi el mismo, porque son ellos los que se ponen y se quitan, siempre con el beneplácito del nonagenario Raúl Castro y su familia.
Estos tipejos que el castrismo usa como voceros no pueden hacerlo de otra manera, porque siguen la línea que trazan los que están por encima, y que se han pasado años mintiendo, haciendo promesas y luego incumpliéndolas, prometiendo villas y castillas y luego justificando incumplimientos con causas externas, cuando las verdaderas germinan, crecen y viven ante sus ojos.
No vale la pena hacer una relación de las mentiras del régimen, pero en youtube, esa red social a la que los cubanos comunes no tienen acceso por culpa de otro engendro del castrismo, ETECSA, pueden verse vídeos con las declaraciones de los mentirosos mayores: Fidel Castro, su hermano Raúl, Miguel Díaz Canel, Guillermo García, y alguno otro más.
El día que los cubanos que viven dentro de la isla tengan acceso a esos materiales, muchos dejarán de creer de una vez en las falacias gubernamentales, en la ‘pureza’ de la familia Castro, y en estos mequetrefes que defienden a capa y espada el puesto en el que los han colocado, cualquiera sabe por qué.
Gil Fernández y Rodríguez Parrilla mienten siempre, o casi siempre, pero en la cúpula castrocomunista lo hacen todos. No hay un personero del gobierno cubano que hable con transparencia, con la verdad por delante. Su único objetivo es venderle a los cubanos que todo lo que hacen los beneficiará, y, al mundo, que su gobierno trabaja para el pueblo. Lástima que aún algunos les crean.