LA HAITIANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD CUBANA

Por Giordan Rodríguez Milanés

La Habana.- Y aquí me ven, desperdiciando las horas de un viernes, incumpliendo con la agenda, ya va para una hora… ¿Por qué? Porque ni siquiera funciona bien en La Habana algo tan elemental como el servicio de aire a los neumáticos de una bicicleta.

Antes, en toda Cuba, era fácil. Había las 24 horas en cada servicentro un compresor, una persona que lo encendía y apagaba cada vez que bajaba la presión, y uno mismo agarraba la manguerita a cualquier hora y…

Pero con el tiempo esa persona se convirtió en el centro, en el ente importante, y suele llegar cuando le da la gana sin que nadie, sea estatal, privado o lo que sea la forma en que se gestione el servicio, le exija seriedad con el horario -que ya no es de 24 horas- y respeto por el cliente.

Y aquí me ven, en un servicentro de CIMEX, a 300 metros de mi casa, en espera de ese alguien para que otro, a su vez, espere por mí y por un encuentro de trabajo que teníamos pactado porque algunos, en La Isla de las Cotorras, trabajamos y duro, por si no lo saben los que aun no se enteran.

Entonces hay quien se ofende y cree que exagero cuando hablo de haitianización y de disfunción estructural de la sociedad cubana pero si en la capital de una república del siglo XXI es un problema echarle aire al neumático de una bicicleta, montarse en un ómnibus de transporte público o, incluso, que llegue un taxi a tiempo teniendo el presupuesto para pagarlo… ¿Cómo le llamamos a eso, eh?

(Ahora, si yo fuera un youtuber de Miami, de esos que importan a Con Filo, ponían mañana en el NTV un reportaje acerca de lo maravilloso que es echar aire en el Servicentro El Copón Ponchao, Vanguardia Nacional, del Consejo Popular La Cuchufleta, y todos felices en la reunión de coordinación del próximo lunes)