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TODO SE PAGA EN LA VIDA

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Por Jorge Menéndez ()

Cabrils.- La cadena Vladímir Zelenski, Europa, Estados Unidos se ha roto y Ucrania muy probablemente deje de chupar al menos de la teta de Washington, pero veremos lo que hace la vieja Europa.

Las teorías de Putin de que los miles de millones no se podrían mantener en el tiempo fueron correctas.

Ha llegado a la Casa Blanca un señor que antes de tirar el dinero, lo quiere invertir en su país. Trump nunca fue partidario de guerras y está siendo consecuente con sus ideas. Está vez, viendo las palabras de su vicepresidente, de su secretario de Defensa y de Marco Rubio, creo que se ha rodeado de gente competente.

Europa, sin brújula, perdió el derecho a negociar su paz, pues ante Rusia no tiene ninguna credibilidad y para el mundo es la alcancía de Ucrania, el elemento sancionador que le hace el juego a los caprichos del payaso Zelenski.

Recuerdo dos conferencias» de Paz», organizadas en Suiza y Arabia Saudí, adonde no fue invitada Rusia, por lo que más bien fue para darle tribuna al payaso que viste de verde olivo.

En este mismo instante finalizó la conferencia en Múnich, donde el vicepresidente de EEUU habló muy claro con sus socios europeos, que buscan un enemigo que no existen y lo tienen en su propia casa.

Este domingo, la televisión española acabó de enseñar a una banda de narcos con fusiles automáticos, en Cáceres, cargando una furgoneta de narcóticos. Ese es el verdadero enemigo y el gobierno español, que está en su campaña por Ucrania, entretenido con el juicio a Rubiales y su famoso beso y su campaña feminista, no se da cuenta.

El vicepresidente de Estados Unidos puso el ejemplo de Rumanía, donde se hicieron elecciones libres y las anularon, simplemente porque ganó un candidato pro Putin.

La democracia europea cada vez tiene menos que decir y Europa tiene que asumir que no es considerada actualmente una potencia, Ni por Estados Unidos, ni por Rusia ni por China. Esa es la realidad.

Un ejemplo claro de esto lo puso el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien dijo claramente que Europa fue cobarde en su momento y ahora pretende sacar la cabeza de la arena para jugar un rol que en su momento no asumió.

Ante esto, Washington ha tomado la iniciativa y planea para la siguiente semana una reunión entre Marco Rubio y Serguei Lavrov, para relanzar sus embajadas y preparar la reunión Trump- Putin.

Además de esto, Trump planea una reunión a tres bandas en el futuro: Estados Unidos, Rusia, China. Europa no figura en el orden del día y estás cosas hay que asumirlas por su sumisión a Biden y Zelenski, que, de pedigüeño, ha pasado a decirnos qué hay que formar un ejército europeo, independiente de la OTAN, pues ya no le cuadra la política de EEUU.

Trump quiere firmar una paz duradera, para no invertir más dinero sin sentido y quiere a su vez cobrar el dinero que Biden invirtió en la guerra con la mitad de los recursos naturales de Ucrania, a lo que Zelenski, con su payasería característica, primeramente había dicho ‘sí’ y una vez visto el divorcio entre Washington y Europa, ahora dice no estar interesado.

La realidad es que Rusia terminó de pagar la deuda externa de Ucrania, que esta asumió con la desintegración de La URSS en el 2007, y que Kiev nunca le pagó a Rusia el gas y el petróleo a bajo precio que prácticamente le regalaban hasta el 2014. Y tampoco pagó un crédito de 3000 millones de euros concedido por Rusia cuando no tenían un duro.

Ucrania se cree en el derecho a ser un mantenido y está claro que Trump no seguirá este rumbo y una vez firmada la paz, Ucrania tendrá que pagar, gústele o no a Zelenski.

En el mundo de las potencias, Europa no juega, de momento, por su incapacidad política para llegar a acuerdos. El proyecto europeo se tambalea y muy bien pudiera desaparecer por la ineptitud de nuestros políticos.

Ahora nos toca pagar.

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