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Por Oscar Durán
La Habana.- El feliciano de Miguel Díaz-Canel presidió ayer la reunión de chequeo a la recuperación del país por el paso de los huracanes y la actividad sísmica en el oriente cubano. Todo marcha “viento en popa”, como de costumbre. Es más, si te descuidas, ya San Antonio del Sur, Imías y Baracoa son los nuevos Marianao de Cuba, donde no existen problemas.
Digo esto, porque Yoel Pérez García, primer secretario del Partido en Guantánamo, le dijo a Canel, por videoconferencia, que ya el sistema eléctrico está recuperado al cien por ciento y hay mil 470 viviendas recuperadas, sin decir el dato, por supuesto, de las casas que aún están en el piso. Ustedes se imaginarán.
Toda esta sarta de mentiras fue escuchada por Limonardo y su tribu de utileros. Ninguno, por ejemplo, le preguntó a Pérez García en qué por ciento anda el tema de las construcciones de viviendas, porque puede haber mil 470 recuperadas, pero si todavía quedan 15 mil por restaurar, van muy mal, pero muy mal.
Sin embargo, para no perder la costumbre triunfalista de siempre, dejaron bien claro que se trabaja sin descanso y los números cambian para bien. Incluso, el marido de la Machi no fue incisivo con el secretario guantanamero y solo le comentó la necesidad de seguir trabajando fuerte, terminar las obras de fábricas, rehabilitar la agricultura y continuar las labores en los viales.
Que a nadie se le olvide cómo miles y miles de guantanameros quedaron abandonados durante el paso del huracán, por un mal trabajo de las autoridades. No hubo aviso previo sobre el inminente paso del fenómeno natural, y ahora, cuando ya el ciclón es historia, todavía quedan muchas personas abandonadas a su suerte. Claro, pero frente a las cámaras la historia es otra, muy diferente a la de la vida real. ¡Pobre gente que todavía está confiando en la Revolución! Si no resuelven sus problemas por sus propios medios, a lo como puedan, los veo embarcados esperando un milagro socialista.
Miren a Artemisa, otra de las provincias afectadas, donde hoy hay lugares sin electricidad y la cosa pinta para largo. No obstante, Gladys Martínez Verdecia, la máxima dirigente partidista artemiseña, se la tiró en estéreo con sus declaraciones.
“En la provincia permanecían protegidas 114 personas; y en cuanto al servicio del fluido eléctrico, ya el 87,61 por ciento de los clientes contaban con él. La telefonía móvil estaba por el 94,1 por ciento de recuperación; la fija alcanzaba el 93,9; la recuperación de postes de electricidad ascendía al 83 por ciento; y el servicio de agua a la población estaba en 90 por ciento. En cuanto a las viviendas, de las 21 mil 37 afectadas, ya el 45 por ciento de las mismas contaban con sus correspondientes fichas técnicas, y 405 habían sido recuperadas.”
Ustedes solitos analicen estas declaraciones. Dan asco, no hay otro calificativo. El pueblo al límite y ellos, de triunfalistas, hablando como si todo estuviera en orden. Pilón ahora mismo debe ser un territorio en vía de extinción, la gente atemorizada por la cantidad de réplicas, mientras al Puesto a Dedo le dicen por videoconferencia que ya se resolvieron 183 daños de menor envergadura y hay brigadas especializadas trabajando sin descanso.
En este país la vergüenza se suicidó hace tiempo. Somos unos cavernícolas jugando diariamente a improvisar, mientras los de arriba, “ rosaditos y gorditos de la cúpula”, nos mienten con toda honestidad, como si fuéramos unos imbéciles.