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Por Pedro Monreal (El Estado como tal)
La Habana.- En la reciente reunión ordinaria del Consejo de Ministros de Cuba se informó que los equipos de riego para producir alimentos eran una prioridad del plan de inversiones 2025. Sin embargo, es cuestionable una recuperación agropecuaria sin inversiones en la industria de fertilizantes.
La notable caída de la producción nacional de fertilizantes químicos, iniciada en 2017, más el colapso casi total de las importaciones de fertilizantes, han conducido a una situación incompatible con una capacidad de oferta moderna de alimentos.
La evaporación de eslabonamientos cruciales entre la agropecuaria y la industria en Cuba se extiende a los insecticidas y herbicidas. Las muy reducidas importaciones no logran compensar el rápido desvanecimiento de la producción nacional, también iniciada en 2017.
La ruina reciente de la industria nacional de insumos decisivos para la soberanía alimentaria se inscribe en una crisis de más largo plazo. Cuba produce hoy muchísimo menos fertilizantes, insecticidas y herbicidas que hace 40 años.
Ese plan de inversiones es notoriamente insuficiente para la producción de alimentos. No solamente porque parece excluir inversiones en industria agroquímica. También porque la inversión agropecuaria fue solamente 1,6% de la inversión total en enero-marzo 2025, comparado con 8,1% en 2014.