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MISIÓN MÉDICA CUBANA: LA GRAN FARSA QUE YO VIVÍ

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Por Dr. Alexander Figueredo Izaguirre

Houston.- Muchos repiten que “los médicos cubanos en las misiones son ejemplares fuera y despreciables dentro de Cuba”. La frase típica: “allá es obligado, aquí es por sinvergüenzas”. Déjenme desmontarles ese mito con hechos y datos.

Veamos la realidad fría y documentada:

Presencia de médicos cubanos (2018-2025)

En 2018: más de 22,000 médicos cubanos desplegados en Venezuela.

En 2020, en plena pandemia, llegaron 93 médicos más, reforzando la cifra total.

Entre 2018 y 2025, se mantuvo una presencia constante que promedió más de 20,000 médicos por año.

Condiciones reales de la misión

Se nos obligaba a inflar estadísticas y a falsear resultados para mostrar una imagen ficticia de “éxito revolucionario”.

La medicina gratuita era utilizada como arma política: si querías atención o medicamentos, primero debías mostrar lealtad al chavismo.

La vigilancia interna era implacable. Cada médico cubano estaba sometido a control político constante y debía participar en mítines y actos de adoctrinamiento.

El deterioro fue brutal: para 2023, más del 70% de los CDI y consultorios estaban cerrados, destruidos o sin personal.

La «esclavitud moderna» de los médicos

Todo médico cubano que desertaba era castigado bajo la infame “ley de los 8 años”, prohibiéndole regresar a Cuba o reencontrarse con su familia.

Denuncias internacionales, como las de Prisoners Defenders, califican esta práctica como una violación flagrante de derechos humanos, provocando traumas emocionales severos en los hijos de los desertores.

Millonario negocio para la dictadura

En 2018, Cuba reportó ingresos de 6,400 millones de dólares por la exportación de servicios de salud.

Durante el período 2018–2025, las misiones médicas generaron más de 11,000 millones de dólares anuales para el régimen cubano.

El régimen se embolsa entre el 75% y el 95% del salario de cada médico, dejando solo migajas a quienes sostienen esa farsa.

Es la misma farsa

La supuesta “vocación humanitaria” de la misión médica cubana en Venezuela ha sido, en la práctica, una operación de propaganda política y un lucrativo negocio para la dictadura. Ni en Cuba ni fuera de Cuba se trataba de trabajar más o mejor: todo era (y sigue siendo) fachada, control y abuso.

Es momento de que la verdad prevalezca: ni solidaridad ni humanismo; solo manipulación, represión y enriquecimiento ilegítimo.

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