Por Anette Espinosa ()
La Habana.- El departamento ideológico del partido comunista no tiene a quién poner al frente de los medios de prensa, porque ya nadie quiere hacerse responsable de lo que allí se publica y no tiene más remedio que apelar a cualquiera con tal de resolver la situación, como sucedió ahora con la AIN.
La AIN, que desde hace un tiempo cambió su nombre por el de Agencia Cubana de noticias (ACN), tiene en Norland Rosendo González a su nuevo director, llegado allí desde Juventud Rebelde, donde fungió durante unos meses como subdirector, luego de ser jefe de la redacción deportiva, tras su llegada desde Villa Clara, donde estudió periodismo.
Rosendo González, un guajirito de Manicaragua sin otras pretensiones que vivir en la capital y viajar al extranjero, de pronto se ve como director de un medio de prensa, solo porque no hay a quién poner. Los jóvenes no quieren trabajar en la prensa oficialista y los mayores saben cómo funciona todo y no aceptan esos puestos.
Para poner un ejemplo de cómo está la situación con los medios de prensa, voy a recordar que alguien muy limitado, como Juvenal Balán, fotógrafo y nada más, ejerció por un tiempo como jefe de Información de Granma, un medio que ha pasado tiempo sin director, y ahora mismo Prensa Latina, otro de los supuestos grandes medios, no tiene directivo principal, porque el que estaba lo nombraron embajador en África y dejó un interino.
Nadie quiere ser subdirector de Granma. Ni Oscar Sánchez, quien prefiere ser segundo, porque entiende aquello de que el jefe de la manada de lobos al final lo paga con la vida. En Prensa Latina tampoco nadie quiere coger la jefatura, porque el que asuma sería como hacerse responsable de la caída total de una agencia en completa bancarrota económica y profesional, y porque sabe que su nombre estaría en el acta de defunción.
Hace un tiempo, los que dirigen la prensa, desde el sacrosanto departamento ideológico, no tenían director para la desvencijada revista Bohemia e hicieron un enroque: pusieron a Alberto Núñez al frente, luego de sacarlo de Trabajadores, y nombraron al frente de este a Joel García, el único dispuesto a asumir cualquier cargo, donde sea, a la hora que sea.
Ahora, como no había nadie para poner en la AIN y Edda Diz dijo que era hora de irse a España con la hija, apelaron a una papa sin sal -otra más- como Norland Rosendo González y todos tranquilos.
Eso sí, pueden resolver el problema de la dirección, porque estos tipos tendrán un auto, gasolina y algunas prerrogativas, pero lo que no encuentran es periodistas. Ni Prensa Latina, que da viajes al extranjero, encuentra ya graduados universitarios de la carrera para cubrir las plazas vacantes.
Así anda la prensa oficialista, sin directivos capacitados y cada vez más obligada a mentirle a unos posibles lectores que ya no creen en ellos y tampoco en el discurso de quienes deciden sobre todo lo que se publica.
