Houston.- No es el tipo de filme para todos los gustos. Narra hechos reales ocurridos en la década de los ’80 en el estado de Washington cuando un grupo neonazi llamado The Order comienza a financiar su agenda mediante robos a bancos y atentados dinamiteros, como distracción operativa.
Evoca muy bien el ambiente de ese estado ubicado al norte de la costa oeste americana, donde el ritmo de vida es lento lluvioso y melancólico.
El argumento es la historia policial que se desarrolla casi como una obra periodística, manteniendo la histeria y el drama al mínimo, pero también permitiendo a los personajes un poco de espacio para respirar.
Jue Law, el actor británico, caracteriza muy bien al oficial americano FBI que llevó a cabo el desmantelamiento de esa organización que abogaba por una América solamente blanca y antisemita, anclando su ideología en un cristianismo ortodoxo de rancio sabor, aunque esto último sea tema aparte de la discusión moral, para no disgustar a ciertos contactos por aquí.
The Order es una buena película si eres de los que buscas mensajes y buena realización. Entretener aquí no es lo fundamental.
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