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CUBA, DONDE TODO SE VENDE… HASTA LOS SÍMBOLOS

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Por Javier Bobadilla ()

La Habana.- Me mandan un vídeo por WhatsApp. Teléfono desconocido. No es la primera vez, y espero que tampoco la última. Lo abro. Tiene el logo del canal de Manuel Milanés. Es el vídeo de la rusa encuera en la tienda de ron Legendario.

¿¡Ah, porque no han visto el vídeo!?

Resumen oral del video:

La cámara filma desde dentro de la tienda de ron Legendario en la Calzada del Cerro. La rusa, medio china, con un vestido de flores debajo del cual estamos a punto de enterarnos que no lleva ropa interior, viene entrando. En la puerta hay un viejo verde que se mete con ella. La rusa no le hace caso, sube la escalera.

Al final de la escalera la recibe el traductor, un mulato canoso con una camisa roja y tremenda cara de camaján. Entran al salón.

La rusa se ríe de todo. Camina por el salón. Frente al busto de Martí, el escudo, y la bandera cubana, se sube el vestido y enseña el culo. Sonríe mientras lo hace.

En el mismo salón se quita el vestido. Primero trata de sacárselo por la cabeza, pero se le traba. Tiene que bajárselo, abrir el zipper, y quitárselo por los pies. No coordina bien del todo. Tiene un vuele de lo más rico. El mulato canoso rascabuchea desde una puerta de cristales.

De ahí en adelante, procede a recibir la visita guiada por la tienda, incluida la explicación de nosequecosa Fidel Castro en la parte de los tabacos, la cafetería, y finalmente la degustación.

El lugar está vacío de clientes, pero lleno de trabajadores. En las oficinas hay algunas mujeres. Nadie luce sorprendido, por lo menos nadie que salga en cámara. Todo el mundo está en la jugada.

Para la degustación hay un gordito que es el que sirve el ron, que trata de dar una explicación medianamente coherente del asunto del ron y el tabaco. En el minuto 5 con 5 segundos la rusa se vuelve hacia la cámara, acerca la cara, y escupe lentamente el ron que tiene en la boca. El líquido le chorrea por los labios y le corre por la barbilla. Vuelve a sonreír. En los otros labios tiene un piercing plateado, y en el resto, silicona como para parar un tren.

Todo esto en el salón con el busto de Martí, el escudo y la bandera. El mulato canoso traduce al ruso todo lo que se habla, como buen arrastrapanza.

Más claro, ni el agua. Se ve que no fue cosa improvisada. El vídeo que recibí dura casi seis minutos, y es sólo un fragmento. Evidentemente es más largo. Y nada falla. Todo fluye. La gente se quita del camino de la cámara, nadie pregunta, nadie protesta. Alguien hace un comentario jocoso.

Aquí cogió dinero todo el mundo, hasta el viejo verde de la puerta.

Pero, además, es de esperarse. Se vende mi país, con todo adentro. Si nos meten un consolador gigante de hierro en la bahía, como no van a filmar un porno en una institución estatal.

Lo único que espero, por el bien de la coherencia política del Estado Cubano, es que el próximo lo filmen en el MINFAR.

P.D. Nos vamos enterando de cosas. La mujer es Monika Fox, y nació en Rusia una semana antes de la disolución de la URSS.

 

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