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FABIO GROBART, ÉMULO DEL DIABLO

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Por Esteban Fernández Roig

Miami.- Conozcan hoy a Abraham Simjovitch, conocido (a.k.a.) como Antonio Blanco, o lo que es peor aun: como el siniestro Fabio Grobart.

Este engendro del diablo nació en Biolystok, Polonia, el 30 de agosto de 1905, y siendo prácticamente un adolescente perteneció a la Juventud Comunista Polaca. Por sus actividades ilícitas y criminales en su país de origen se vio obligado a salir como bola por tronera y para desgracia (ahí comienza la tragedia nuestra) este gargajo humano nos cayó en Cuba en el año 1922.

Tres años más tarde, siendo casi un imberbe, funda en nuestra nación con la anuencia de Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena el primer Partido Comunista Cubano.

A principios de los años 30, Gerardo Machado lo bota a cajas destempladas de Cuba. Pero, con lo desgraciados que somos los cubanos, regresa tras la caída del Machadato.

Históricamente, este polaco tiene el desparpajo de ser uno de los que seduce en las reuniones del Partido a un joven revoltoso, cruel, con ínfulas de líder y tendencias obviamente gansteriles, llamado Fidel Castro Ruz, conocido como “Bola de churre” entre sus compañeros de clases.

De nuevo es expulsado de nuestra nación por el presidente Carlos Prío Socarrás en el año 1948.

Después del triunfo del castrismo, en enero de 1959, regresa a Cuba para ayudar extraordinariamente en iniciar el sangriento proceso en marcha…

Fundador del actual Partido Comunista de los Castro, fue miembro de su Comité Central desde su constitución en 1965 hasta su IV Congreso en 1992.

Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, miembro del Consejo de Dirección de la Revista Cuba Socialista, Director del Instituto de Historia del Movimiento Comunista.

Fabio se ocupó de presentar a Fidel Castro como Primer Secretario en los tres primeros congresos partidistas.

Y de ahí en lo adelante se dedicó completamente a cooperar en la destrucción del sistema capitalista e implantar la más siniestra dictadura jamás conocida en nuestro continente.

Si es posible que existiera en la historia cubana un solo hombre que Fidel Castro escuchaba y respetaba por sus conocimientos y su experiencia en la maldad, era Fabio Grobart. Su tutor predilecto.

Fabio Grobart, desde los años 20, ya comenzó su labor de zapa, su lento pero aplastante intento por encadenar a un país y a sus habitantes que ningún daño le habían hecho a él.

Y estuvo entre los que tuvieron el ojo avizor de notar y descubrir, entre miles de jóvenes cubanos, quien era el peor, el que tenía la mejor madera para llegar a ser el esclavizador de su pueblo.

Grobart murió el 22 de octubre de 1994, a los 89 años, y a los cinco minutos ya estaba al lado de Satanás asesorándolo.

En una reunión del PCC en el año 2005, Raúl Castro se refirió a él como “Nuestro Maestro” y como un “Santo del Marxismo”… poco que agregar.

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