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UN REPASO A MI LETRA DEL AÑO (2024)

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Por Bruno McKenzie Alpízar ()

La Habana.- Todo esos que se dedican a hacer pronósticos sobre lo que ocurrirá en los 12 meses siguientes, luego se olvidan de sus predicciones y nunca más vuelven por ellas, porque raras veces sus augurios se cumplen.

Pero yo seré más serio, y volveré al artículo que publiqué el 1 de enero de 2024 y que adjuntaré acá para que lo puedan consultar, para analizar en todo aquello que acertamos y en lo que no, en un ejercicio de pura autocrítica y, de paso, saber si me puedo dedicar a esto en el futuro, sin querer convertirme en Nostradamus.

Hace casi un año dije que «nunca me he tomado el trabajo de leer eso que llaman letra del año y que hace pública la Asociación Yoruba de Cuba, para advertir sobre lo que ocurrirá desde enero a diciembre»,y agregué que «tampoco me he preocupado por seguir esos augurios que hizo Nostradamus y que acomodamos para que la gente crea que los escribió pensando en sus países o en el momento en que le tocó vivir».

«Lo mío es más de lógica, más de razonamiento, de sentido común. Tomo como base aquello de que ‘dime de dónde vienes y te diré a dónde vas’. Y como sé muy bien de dónde venimos, puedo decir -o intentarlo por lo menos- hacia dónde vamos».

https://elvigiadecuba.com/index.php/2024/01/01/mi-letra-del-ano/

Por lo tanto, llegó el momento de analizar lo que se cumplió y lo que no. Y vamos por párrafos:

-En 2024 viviremos momentos convulsos, con problemas en las familias, muertes de mujeres a manos de sus esposos, cónyuges o novios, sin que el gobierno tome cartas en el asunto. Habrá división de las familias, que mirarán con pavor -o con alegría- cómo los hijos se van, y hasta los nietos. Los miembros más jóvenes de los clanes saldrán en busca de nuevos horizontes, y dejarán atrás a padres y abuelos. (Sin comentarios. Tal cual lo predije).

-Miles de viviendas caerán bajo la fuerza de la naturaleza. Un par de huracanes atravesará la isla, uno de ellos de gran intensidad, y uno de los dos por el extremo más occidental. Caerán casas, volarán techos, y cientos de familias volverán a quedar desamparadas, en espera de que el gobierno envíe ayuda, que solo llegará, como siempre, con unas débiles planchas de zinc para los techos y madera de pino, de la que les gusta a los comejenes, para las paredes. (Solo quiero recordar a Oscar, que acabó en Guantánamo y a Rafael en Artemisa, con cientos y cientos de personas desamparados aún).

-A los damnificados le darán agua de la que siempre envía Bolivia para estos casos. También unas latas de sardina, provenientes de la Unión Europea. (Tampoco hay que comentar. Solo que en Imías y San Antonio del Sur no había ni agua).

-En La Habana también se caerán casas, edificios se derrumbarán por su propio peso y miles de familias no tendrán más opciones que irse a vivir con hijos, abuelos o amigos, a otros lugares. El gobierno mirará y culpará al de siempre: el bloqueo. (No cabe dudas… como si lo hubiera visto antes)

-Habrá hambre. No se sembrará arroz, como desde hace muchos años. Cada vez la carne de cerdo estará más cara, y la industria azucarera casi parará. Los precios se multiplicarán para todos los productos esenciales y cada vez llegarán menos turistas. (Indiscutiblemente, soy adivino).

-En algunos lugares de la isla se levantará la población. Habrá cacerolazos, que serán reprimidos por la fuerza y el chantaje. Un alto general de las Fuerzas Armadas y uno del ministerio del Interior serán apresados y acusados de traición, aunque todo permanecerá oculto por meses, porque los gobernantes no quieren que se sepa que los altos jefes militares planeaban un golpe de Estado. (Pues hay un general preso, el segundo del Ejército Oriental, un tal Rodolfo Lores Guerra, hubo levantamientos, cacerolazos, y el jefe del Minint en Ciefuegos en plan pijama por corrupto).

-Dos de los históricos de la revolución morirán. Ambos fueron alguna vez vicepresidentes. Y otros dos, que solo llegaron a ministros, estarán al borde de la muerte. El bar de Sandro Castro se incendiará y quedará en ruinas, y harán una investigación exhaustiva antes de decir que fue un accidente, como el del Saratoga y la terminal de Supertanqueros, o el avión que se cayó en Boyeros. (Murieron Carlos Aldana y Julio Camacho Aguilera, dos de los históricos y el Bar del niño Sandro no se incendió, pero fue casi igual, porque metió un cumpleaños por todo lo alto, que casi quema a Díaz-Canel y su cohorte).

-Saldrán a la luz nuevos rumores de infidelidades de Lis Cuesta, después de haberse casado con el Hombre de la Limonada. (No salieron más rumores de Lis Cuesta, pero si sacamos a la luz acá todos los amores del esposo de ella).

-Esteban Lazo presentará su renuncia a presidente de la Asamblea Nacional, que condecorará a mediados de año a Edmundo García por haber entretenido a la diáspora de Miami por muchos años, y rendirá homenaje post mortem a Ricardo Cabrisas. (Acá no acerté. Cosas que pasan. Nadie es perfecto).

-Luis Antonio Torres Iríbar y otros cuatro secretarios del partido comunista en provincias serán relevados de sus puestos, uno de ellos porque lo atraparon organizando una salida ilegal del país (¿Se acuerdan de Torres Iribar, de la psicóloga millonaria, del otro y del otro? Y se fue hasta el que era secretario de Cienfuegos. Se fue por el aeropuerto, legal, pero fue una salida rara. El de Cienfuegos era Manuel Menéndez Castellanos, más conocido por Manolito Miel de abejas).

-Randy Alonso dejará de ser el conductor de la Mesa Redonda, se divorciará e intentará quitarse la vida con posterioridad. (No pasó nada de esto. Fue un libretazo, aunque el año no se ha acabado).

-Alejandro Gil será sustituido como ministro de Economía por orden de Manuel Marrero,  decisión que no gustará nada a Díaz-Canel y que provocará una ruptura definitiva entre ambos. (Lean esto… ni que uno fuera adivino y tuviera una bola de cristal).

-En diciembre, Díaz-Canel dirá que no se pudieron cumplir los compromisos de 2024, que, por culpa del bloqueo y del agobio económico de Estados Unidos, no se pudo rebajar la inflación y se vanagloriará de que Cuba sea el único país del mundo que reparte un paquete de salchichas por núcleo familiar (Parecería textual, de no haber sido porque quitaron la libreta de racionamiento y dejaron a cientos de miles desamparados totalmente).

-Faltará el café, pero la ministra de Comercio no dirá que los ríos de Canadá se congelaron. No habrá arroz, pero Marrero se cuidará mucho de referirse al Canal de Panamá y la falta de agua (Tal cual: no mencionaron los ríos ni el agua, pero se perdió el café y el arroz está cada vez más escaso y caro).

-Michel Torres Corona y Humberto López contraerán matrimonio. La firma del acuerdo matrimonial será transmitida por la televisión nacional, y Rafael Serrano se va a vivir de manera definitiva a Estados Unidos (Una a medias… Serrano está en el yuma).

-Habrá cientos de miles de casos de dengue, con muertes incluso, que afectarán a los más ancianos, y el ministerio de Salud Pública dirá que no tiene insumos para intervenciones quirúrgicas, y que no hará más operaciones de corazón ni trasplante de órganos (Casi exacta la predicción: el dengue acabó, asociado al oropouche. Y el Minsap no dijo que no haría operaciones, pero no las hace y cuando lo intenta, el paciente tiene que ponerlo todo, hasta dinero).

-Habrá una sonada escasez de medicamentos, incluso de los que se usan para tratar la presión arterial, y un médico aparecerá en redes sociales para contar la verdad. (Uno no, aparecieron varios médicos en estos meses a quejarse).

-Por pedido del papa Francisco, el castrismo liberará a Luis Manuel Otero Alcántara y a Maikel Osorbo. Pero desgraciadamente en 2024 seguirán los mismos gobernantes de ahora, pero cada vez más debilitados, más cuestionados, aunque más gordos. (El papa no pidió nada. Siguen presos Luis Manuel y Maikel Osorbo, los hermanos Martín Perdomo, de San José de las Lajas, y más de mil inocentes más).

-Díaz-Canel sale solo dos veces del país, una de ellas a las exequias de Daniel Ortega (Salió varias veces, tuvo que interrumpir un viaje a Rusia por lo del huracán, y Ortega, desgraciadamente, no murió).

Lo que está en negrita son apuntes de ahora. Y enla conformación de esta edición de la Letra del Año 2024, participamos solo los editores de El Vigía de Cuba.

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