
SU PROPIO VENENO
Oscar Durán
La Habana.- Dos horas después de firmar el Código de Ética, a mi vecino Jorge Félix le llegó el Parole. Se va a ir, por supuesto. Cuarenta años dedicados a la Revolución y no lo pensó dos veces para ir bajando dentro de ocho días. Un tipo que fue dirigente sindical y partidista. Un tipo que botó a pila de gente porque no servían como Cuadros. Un tipo que vio pasar “las cenizas” de Fidel y se desmayó de la emoción. No, asere, así no. Van a llenar a Hialeah de milicianos malagradecidos.
¿Qué le puede aportar a Estados Unidos un comunista-fidelista-canelista-socialista? Nada. Toda esa turba vive escondida, viendo a Alexander Otaola y entrando a las directas de Ernesto Morales con nombres de mártires del 30 de noviembre. Son unos oportunistas y sinvergüenzas a la enésima potencia. Con el refrigerador lleno de Coca Cola y defendiendo a la dictadura desde el “imperio revuelto y brutal”.
¿En qué momento nos convertimos en Meme? La UJC completa en Miami, Hambre y miseria en la isla, Parole, Código de Ética, mira yo me erizo, receta de huevos endiablados, el limón es la base de todo, resistencia creativa, pan de yuca, pan de calabaza, el presidente del gobierno en Granma vive Chicago, siembra tu pedacito con la regadera de Gerardo, cría clarias en un estanque, desorden monetario, Esteban Lazo va a Kenia y no hay noticias de Landy y Assel, La Habana es ciudad maravilla, y así sucesivamente hasta topar con el infinito.
Todo lo que nos está pasando, en donde hemos caído, los comunistas radicados hoy en Estados Unidos fueron los primeros en defender cada barbaridad del régimen. A varios de ellos hasta le dieron regadera y una mata de limón de injerto. Tiempo después, mírenlos ahí, en Miami, Houston, Tampa, o Kentucky; con seis pares de zapatillas Adidas en el closet y tres camisetas de diferentes colores con la bandera de las barras y las estrellas.
Qué ganas tengo de ver a Marco Rubio de presidente a ver si hace una limpieza de unos cuantos Cuadros del Partido convertidos en Republicanos trumpistas. Están comiendo todos de su propio veneno, por doble cara y descarados. Como dicen Kamankola y Aldo: “¿quién te ha visto y quién te viera? ¿a cuántos no mandaste a matar? Predicando tus loqueras y bendiciendo a Karl Marx. Roja y negra hasta los dientes, la consigna en el gatillo, fue la que más echó pa´lante gente, y ahora tiene la ´papaia´ en los Estados Unidos”.
Por esas mismas cosas, no podemos ser olvidadizos ni perdonar tantos daños. A los cómplices de tanta barbarie, la justicia les va a caer por su propio peso. Aguanten el golpe, cabrones. Así seas ciudadano norteamericano, tengas un auto del año y vaciles en un GoGo, tú tiempo va a llegar. Al chivato, aunque se vista de seda, chivato de queda