Santiago de Cuba.- Un grupo de jóvenes del Distrito José Martí, en esta ciudad, salió a la calle en la noche para protestar contra el gobierno por los apagones y la falta de alimentos, y aunque lo hacían en forma de conga, con ritmos y cantos, el gobierno se atemorizó.
Los jóvenes no gritaban nada ofensivo. Más bien lo hacían todo de forma jocosa, al ritmo de la música, con bailes, pero las autoridades mandaron a camiones llenos de militares, porque para eso sí hay combustible.
La persona que le envío las imágenes al influencer Yosmani Mayeta Labrada, le comunicó también que «la conga bajó por Indaya y por la Barca de Oro, y esta gente le temen a unos jóvenes tocando música».
El camión con los llamados boinas negras, acompañado de carros de patrulla, se detuvo en la avenida Raúl Perezo, la que da acceso al cementerio de Sanya Ifigenia, y permaneció allí por mucho rato, como una señal de poder y para evitar que más personas se sumaran a las protestas.
Santiago de Cuba vive momentos convulsos en los últimos días, con brotes de enfermedades exóticas, asesinatos, apagones, y mucho descontento en la población, y los dirigentes de la ciudad, la provincia y el país temen que un brote de rebelión comience por la urbe, considerada desde tiempos inmemoriales como principal bastión del castrismo.
Una revuelta en Santiago de Cuba podría llevar a un levantamiento generalizado en el país, para lo cual, pese a su alarde de fuerza, el castrismo no está preparado.
La dirigencia cubana lo sabe e intenta evitar, por todos los medios, que Santiago marque la pauta con protestas contra el régimen, que cada vez está más acorralado y sin saber qué hacer para enfrentar la crisis de combustibles, las roturas en las plantas generadoras de electricidad, la escasez de alimentos, la corrupción, y la falta de divisas para enfrentar la situación.
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