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Por Jorge Menéndez ()
Cabrils.- El comediante Vladímir Zelenski decidió atribuirse otro momento de «gloria» y decidió atacar territorio ruso para «llevar la guerra al territorio del agresor». Hay quien dice que quería tomar una central nuclear cercana para, desde posiciones de fuerza, negociar con Rusia.
Ciertamente, su ejército entró por una zona fronteriza que no tenia una gran defensa, y se adentró unos 13-14 kilómetros. Cogieron por sorpresa a las defensas rusas e incluso han destruido un puente de gran significado económico.
Trato de razonar: ¿Realmente soñaron con atacar una central nuclear? Hay que estar locos y, además, creer que las fuerzas rusas no iban a reaccionar. Era cuestión de dos o tres días.
¿Realmente un ejército que prácticamente en el Donbass va perdiendo a razón de un pueblo por día (ayer le tocó a Sviridonovska), puede atacar a Rusia?
Ayer, precisamente, dieron la orden de evacuar las ciudades del Donbass ante el avance ruso.
La realidad muestra que Zelenski envió el material más moderno, recientemente recibido de Estados Unidos y Canadá, equipos blindados Roshel Senator con fecha de entrega de este 2024, blindados Cougar y Stryker, y envió a sus soldados a vivir unos días de gloria que él se apuntó y que toda la prensa española refleja como una aplastante victoria de Ucrania y Zelenski. !Bravo!
Lo que nadie dice es que cuando las tropas rusas llegaron a repeler el ataque, cayeron en unas horas dos mil 860 ucranianos, 41 tanques y mas de 40 equipos de transporte blindado. Todo eso en menos de una semana, en las cuales las bajas se han multiplicado por dos.
Me dirán que estas son noticias rusas, y no, no, son las cifras entregadas por el actual alcalde de Lvov, Andrei Sadovoi, quien considera y con muy buen criterio, que fue un error catastrófico de Zelenski atacar territorio ruso, cuando no tiene gente para defender el suyo.
Mas de dos mil muertos y muchísimo armamento calcinado por tres días de gloria para el mandatario ucraniano, que no para su gente, incluso ni para los que entraron en Kursk.
Zelenski acaba de demostrar, una vez más, el amor por su gente, utilizando a sus soldados como carne de cañón.
Andrei Sadovoi se expresó muy claramente en el entierro de los suyos, diciendo que el precio pagado demuestra la locura de tres días de gloria para los altos mandos militares y el jefe de Estado.
Zelenski, por si acaso, ya está amortizado.