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OCHO AÑOS SIN EL TIRANO EN JEFE
Por Miryorly García ()
La Habana.- En Cuba no existió Socialismo, ni siquiera en construcción, sino Fidelismo. Un régimen basado hasta hoy en el culto a la personalidad de un hombre narcisista, autoritario y egoísta, con evidentes rasgos psicopáticos, que le robó el preciado tiempo de vida a varias generaciones, gracias al consentimiento y la idolatría de no pocos.
Un personaje que utilizó una isla entera para construir sus caprichos locos, y una vez le salieron mal, ni siquiera tuvo la decencia de pedir disculpas.
Un día como hoy, junto con ese hombre, ese proceso político basado en el fidelismo se convirtió en un cadáver maloliente que ha ido pudriéndose poco a poco.
El propio sustantivo que, peyorativamente, usó el dictador para denigrar a sus oponentes podría ahora ser la imagen que mejor nos defina: como gusanos todos intentamos sobrevivir sobre el cadáver, unos se alimentan de él aún gustosamente, otros lo hacemos para destruir todo vestigio de un mal que ya casi llega a su centenario, yo espero que no sin antes ser verdadera y definitivamente enterrado por la historia verdadera.
¡Que no disfrute de gloria alguna quien es el máximo responsable del sufrimiento de un pueblo entero! ¡Que la justicia y la historia lo coloquen en el justo lugar que merece!
