Por Esteban Fernández Roig Jr.
Miami.- No soy un experto en la materia ni un musicólogo, simplemente soy un fiel enamorado de nuestras gloriosas melodías. Un ferviente admirador de los ritmos que tratan inmunemente de robárnoslos, disfrazarlos, tergiversarlos, ignorarlos y tirarlos dentro de un saco sin fondo llamándolos salsa, música tropical, antillana, caribeña, y cuanta cosa inventan menos llamarla música cubana.
Cuando la verdad es que resulta imposible encontrar un país que supere a los creadores del Mambo, del Mozambique, de la pachanga y mi preferida: la música Casino. Mientras, La Conga arrastra una gran cantidad de personas bailando y cantando.
¡Solamente con haber inventado el bolero deberían aplaudirnos y acreditarnos como los Reyes de la música!
Somos los autores del complejo del Punto, que abarca al Punto libre, Punto fijo, Punto Guajiro, del complejo de la Rumba, que comprende Yambú, Guaguancó, Conga de comparsa y del complejo del Danzón, que comprende el Son , el Danzón, Contradanza, Danzonete, Mambo, y Cha cha chá…
“Cachao” inventó el Mambo y Damaso Pérez Prado lo popularizó en México. Joseíto Fernández creó la gloriosa Guantanamera, Pacho Alonso fue el creador —junto al compositor Enrique Bonne— del Pilón, un ritmo que forma parte de nuestro patrimonio.
El Mozambique fue desarrollado por Pello el Afrokan (Pedro Izquierdo).
Un aplauso para la Guaracha y Gloria eterna a Félix Chapotiin, Barroso, el Benny, Celia, Machito, Laserie , Roberto Faz, Miguelito Cuní, Mr. Babalu Miguelito Valdés, sin olvidar que Eduardo Davidson creó La pachanga. He dicho.
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