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Washington.- El presidente estadounidense, Donald Trump, no mostró interés este viernes en hacer las paces con el magnate tecnológico Elon Musk. Esto ocurrió pese a los gestos reconciliatorios exhibidos por el empresario sudafricano. Estos gestos se dieron un día después de la agria pelea que mantuvieron intercambiando amenazas en las redes sociales.
En una entrevista telefónica con ABC News, Trump dijo que el dueño de Tesla ‘perdió la cabeza’. Esto fue en referencia a la disputa del jueves. Al ser preguntado por informaciones que apuntaban a una llamada entre ambos programada para hoy, el republicano simplemente indicó que Musk quiere hablar con él. Sin embargo, de momento él ‘no está particularmente’ interesado en cerrar la brecha entre ambos.
Poco antes, el empresario se había mostrado abierto a hacer las paces al apoyar en X, su red social, un mensaje. Este mensaje provino de un aliado común que les instaba a reconciliarse.
‘Apoyo que @realDonaldTrump y @elonmusk deberían hacer las paces por el bien de nuestro gran país. Juntos somos más fuertes que separados’, escribió el consejero delegado de la firma de inversiones Pershing Square, Bill Ackman.
‘No estás equivocado’, le respondió Musk. Más tarde, el magnate nacido en Sudáfrica, que también es consejero delegado de la empresa aeroespacial SpaceX, reculó. Dijo que no desmantelará su cápsula Dragon. Esta cápsula es usada por EE.UU. para transportar material y personas a la Estación Espacial Internacional. Anteriormente, había amenazado el día anterior con hacerlo.
‘Buen consejo. Está bien, no desmantelaremos a Dragon’, escribió Musk en X como respuesta a un usuario. Este usuario le sugirió que Trump y él eran mejores que ‘el tira y afloja’ de la víspera. También les instaba a ‘calmarse y relajarse un par de días’.
La amenaza de retirar el cohete fue uno de los muchos ataques lanzados por el empresario contra el neoyorquino. Poco antes, le había amenazado con poner fin a los contratos que el dueño de X tiene con el Gobierno federal. Estos contratos incluyen los de Space X, valorados en unos 17.000 millones de dólares. Choque por el proyecto de ley presupuestario
El desencuentro se origina en el ‘gran y hermoso proyecto de ley’ de recortes presupuestarios abanderado por Trump. Este proyecto ya fue aprobado en la Cámara Baja. El sudafricano ha criticado este proyecto por considerar que aumenta el déficit y socava su rol al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), el cual abandonó la semana pasada.
La escalada incluyó otros ataques de Musk contra el mandatario. Musk acusó al mandatario de estar en los archivos del pederasta Jeffrey Epstein. También dijo que no hubiera ganado las presidenciales de 2024 sin su apoyo mediático y financiero.
Por su parte, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, defendió este viernes a Trump. Subrayó que de todas las ‘mentiras’ que la prensa dice de él, la principal es que es ‘irascible e impulsivo’.
‘Cualquiera que lo haya visto actuar bajo presión sabe que eso es ridículo’, dijo en X. Mientras, figuras cercanas al presidente contaron hoy a medios que el neoyorquino parecía más ‘decepcionado’ que enojado por la ruptura escenificada el jueves.
Un funcionario de la Casa Blanca que pidió el anonimato contó hoy que Trump está meditando vender el Tesla rojo. Este Tesla lo compró en marzo en un acto que organizó para cerrar filas en torno a Musk. En ese momento, el magnate estaba siendo criticado duramente por su rol en DOGE.
A su vez, hoy quedó demostrado que dicha ruptura ha puesto entre la espada y la pared a los legisladores del Partido Republicano y los miembros del movimiento MAGA. Este movimiento es el acrónimo en inglés del lema trumpista ‘Hacer Estados Unidos Grande de Nuevo’.
Estos han tenido que optar entre apoyar a su líder o respaldar al que hasta hace unos días era su mano derecha.
Por ejemplo, el presidente de la Cámara de Representantes, el conservador Mike Johnson, se refirió al propietario de X como ‘un amigo’. Sin embargo, dijo este viernes que los ataques que lanzó a Trump fueron ‘sorprendentes y decepcionantes’.
Aunque una mayoría de legisladores se pronunció en favor del presidente, algunos -como Chip Roy, Thomas Massie o Ralph Norman, congresistas republicanos por Texas, Kentucky y Carolina del Sur- aprovecharon la oportunidad. Ellos cargaron contra el polémico proyecto presupuestario.
En el otro espectro se ha situado el ultraderechista Steve Bannon. Bannon es uno de los principales aliados de Trump. Él ha pedido al mandatario investigar el estatus migratorio del magnate. Asimismo, abogó por su deportación ‘inmediata’ y la confiscación de SpaceX. Frente a esto, Musk le respondió tildándole de ‘comunista retrasado’. (EFE)