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MODRIC ES HITORIA

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Por Yoyo Malagón ()

Madrid.- El día aquel, cuando Cristiano Ronaldo anunció que dejaría el Real Madrid, sentí que algo se rompía en esa mística que tuve desde siempre con el equipo blanco. Le dije a mis hijos que no iría más al Santiago Bernabéu.

Durante meses me alejé del fútbol. Dejé de seguir LaLiga. Perdí toda relación con la Champions y no pasé más por Concha Espina. Fueron unos meses eternos, largos, fríos, enormemente aburridos.

Una mañana me llevé a Jorgito a caminar por La Castellama. Y allí estaba de nuevo el Bernabéu. Caminé, le di la vuelta. Era el estadio anterior, el viejo, pero desde sus paredes me mandaba mensajes: el rugido del público, la afición enardecida, el aliento a remontadas. Y volví.

Pensé que la salida de CR7 iba a enterrar al club. Y me equivoqué. Sufrimos un poco. Todos sufrimos, pero el Madrid se armó de nuevo. Apeló a la casta y volvió a ganar. Ya no tenía al mejor goleador de su historia, pero sí al mejor centro del campo de siempre.

Ahora tenía a tres ases maduros, a tres jugadores increíbles, capaces de controlarlo todo con esos hilos invisibles que solo llevan los grandes. Con Casemiro, Kroos y Modric, el Madrid aún estaba para respetarlo.

Kroos y Casemiro lo dejaron solo

El brasileño no quiso expirar sus días en el Bernabéu. Imagino que no lo iba a poder soportar y se apartó antes. Tomó camino de Old Trafford, no sin antes dejar una suma enorme al club. Desde la Casa Blanca lo despidieron con sentimientos encontrados.

Había sumado Case su quinta Champions y la llegada de Tchouaméni le generó dudas. Habían traído al francés para mandarlo al banquillo. Era hora de dar un paso al lado.

Kroos y Modric se quedaron. El Madrid ganó la decimoquinta, que era la sexta de ambos, y el alemán se fue. Dijo adiós tras levantar un doblete y en el nuevo estadio hubo lágrimas. pero Modric se quedó. Se aferraba el pequeño centrocampista croata a un título más.

Pero no pudo ser. El Madrid estuvo tambaleante todo el año. Perdió la final de la Supercopa de España ante el Barcelona. También cayó en la Copa del Rey. Y para colmo, cedió los dos clásicos de Liga ante el eterno rival.

El adiós definitivo

Ancelotti se iba. Se filtró la llegada de Xabi Alonso. Y llegó la hora de Modric. Por un momento, tentó al club a ver si lo renovaba hasta el Mundial, pero le dijeron que no, que se quedara como parte del club, pero no como jugador.

Entonces anunció su salida. Y yo y mis hijos queríamos verlo, fuimos a despedirlo en el campo. Jamás el Bernabéu estuvo tan triste. Jamás vi tantas personas derramar lágrimas. Nunca pensé que el fútbol llegaría a tanto.

Modric no estará más. O sí. Aún jugará el Mundial de Clubes de blanco, pero ni eso hará que vuelva para la temporada 2025-2026. Modric es historia.

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