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Por Iran Capote
Pinar del Río.- Como tuve corriente durante la tarde, aproveché para tirarme un rato en el horno que es la cama. El aire acondicionado echaba aire caliente y el ventilador también. De cualquier forma era mejor allí que en cualquier otra habitación de la casa. ¡Este julio se las trae con las altas temperaturas! … Y ahora viene agosto!
Dijeron por la televisión hace unos meses que estaban asegurando para que en julio hubiera corriente, que en julio sí, que julio alante y la gritería atrás, que julio era julio y lo demás era bobería, que julio venía con todo, que en julio iban por más victorias, que julio siempre está en 26 y que cuando un julio enérgico y viril llega, el imperialismo tiembla.
Lo que no precisaron fue el año en el que julio sería un mes medianamente soportable.
Lo que sí trajo julio fue una asamblea “airecondicionada” en la que los diputados demostraron no estar a la altura de su pueblo. Y entre retórica y consigna, cogieron unos días de fresquito en el Palacio de Convenciones. Y lo sé porque ninguna calvicie sudaba, ninguna guayabera sudaba, ninguna uña postiza ni ningún pellizco plástico sudaba en la sesiones.
El calor asambleario de julio nos lo jamamos nosotros. Derretidos y requeteasados. Indignados y nada representados por los que tenían que decir allí, a guayabera quitada, todo lo que tenían que decir. Pero no, el cuartico sigue igualito.
La vida sigue igual… nos dijo julio. Y lo dijeron los diputados también al cierre de la asamblea cuando se bajaron con aquello de quitar el límite de edad para quien quiera y pueda ser elegido como presidente del país. Como si con el cambio de edad se fueran a resolver las cosas. Como si no admitieran que el problema no está en la edad de quien dirija sino en la edad de sus ideas.
¿Qué resolveríamos con un presidente de treinta años que siga teniendo la misma visión obsoleta que uno de sesenta, setenta, ochenta, noventa, cien…?
La edad que hay que cambiar es la edad de las ideas.
La vida sigue igual, nos dice este julio que ha sido más violento que los julios anteriores….
¡Y ahora viene agosto!