-En primer lugar, acabemos con Sócrates, pues ya estoy harto de este invento de que no saber nada es un signo de sabiduría.
– La suerte favorece solo a la mente preparada.
– La verdad científica está más allá de la lealtad y la deslealtad.
– La vida es agradable. La muerte es pacífica. Es la transición lo que es problemático.
– La violencia es el último recurso del incompetente.
– Cualquier libro que valga la pena prohibir, es un libro que vale la pena leer.
– En la vida, a diferencia del ajedrez, el juego continúa después del jaque mate.
– Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho.
– La Biblia, correctamente leída, es el argumento más potente para el ateísmo jamás concebido.
– Tus supuestos son tus ventanas al mundo. Friégalas una vez cada tanto o la luz ya no entrará.
– El aspecto más triste de la vida en este preciso momento es que la ciencia reúne el conocimiento más rápido de lo que la sociedad reúne la sabiduría.
– ¡No hay naciones! Solo hay humanidad Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad.
– Dime por qué las estrellas brillan… dime qué hace que los cielos sean tan azules. Y te diré por qué te amo.
– Estamos siempre al borde de lo incognoscible e intentando comprender lo que no se puede entender.
– Tal vez la felicidad es esta: no sentir que deberías estar en otro lado, hacer otra cosa, ser alguien más.
– Creo en la evidencia. Creo en la observación, medición y razonamiento, confirmado por observadores independientes. Creeré cualquier cosa, no importa cuán salvaje y ridícula sea, si hay evidencia de ella.
-Si el conocimiento puede crear problemas, no es con la ignorancia con lo que podremos resolverlos.
-Yo soy capaz de reconocer los aspectos positivos que ha tenido la influencia de las religiones a lo largo de la historia. Por ejemplo, les debemos a ellos la creación de calendarios racionales que tan útiles han sido… aunque sinceramente, soy incapaz de recordar alguno más.
-Si mi doctor me dijera que apenas me quedan 6 minutos de vida, no me preocuparía. Escribiría un poco más rápido.
-Escribo por la misma razón que respiro, porque si no lo hiciera moriría.
-Solo existe una guerra que se le puede permitir al ser humano: la guerra contra su extinción.
– Estoy convencido de que la autoeducación es el único tipo de educación que existe.
– Examinen fragmentos de pseudociencia y encontrarán un manto de protección, un pulgar que chupar, unas faldas de las que agarrarse. ¿Qué ofrecemos nosotros a cambio? ¡Incertidumbre! ¡Inseguridad!
– Ha sido mi filosofía de vida; que las dificultades desaparecen cuando me enfrento con valentía.
– Hay muchos aspectos del universo que todavía no se puede explicar satisfactoriamente por la ciencia, pero la ignorancia sólo implica la ignorancia de que algún día puede ser conquistado. Rendirse a la ignorancia y llamarla Dios siempre ha sido prematuro, y sigue siendo prematuro aún hoy.