
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Yoelbis Arbelo
Matanzas.- Las noticias en Cuba llegan tarde. Incluso los medios independientes, o de oposición, nos enteramos tarde de lo que sucede, en cuando a crímenes se refiere, y la muerte de Yunisleive Fernández, en el poblado de Torriente, perteneciente al municipio de Jaguey Grande, a manos de su expareja no fue la excepción.
La joven fue asesinada el pasado 23 de junio, delante de su hijo pequeño y de su madre, pero cuatro días antes ella había puesto una denuncia en la estación de la Policía de Torriente, sin que los agentes del orden tomaran cartas en el asunto, como ocurre normalmente, a pesar de que Humberto López, el vocero del castrismo, insiste en la eficiencia del referido cuerpo, dedicado más a proteger al gobierno que a la población.
Un primo de la víctima contó a Cubanet que el asesino golpeó de manera salvaje a la víctima al enterarse de que lo había denunciado. Y luego la mató con un cuchillo. Incluso informó que las amenazas de muerte eran para ella y para el hijo.
Con este caso, ya suman 47 los feminicidios probados en Cuba en lo que va de 2023, 13 más que todos los ocurridos en 2022, en medio de un silencio cómplice de la dictadura, que se niega a aceptar que estos hechos constituyen un problema grave y que es hora de ponerles coto de una vez.
Sin embargo, no hay ni una mención en los medios de prensa. En la televisión, que pudiera ser usada para mensajes educativos o de orientación, pasan de largo. Todo porque el castrismo no quiere que el mundo serpa, al menos oficialmente, que esas cosan pasan en el país.
En este caso, según versiones del primo, el asesino tenía un asesinato pendiente en La Habana y estaba prófugo de la justicia, algo increíble en un país donde un opositor es perseguido hasta dar con él, sin importar la cantidad de recursos, materiales y humanos, que haya que mover.
Hasta el momento, las plataformas feministas no se han pronunciado sobre el caso.