ERNESTO MORALES VS RANDY ALONSO

Por Pablo Alfonso (Especial para El Vigía de Cuba)

México DF.- El influencer Ernesto Morales vuelve arremeter contra Randy Alonso y la Mesa Redonda en su programa de este martes. Programa que no soporto pues siempre habla mal del gobierno que desgobierna la isla. Es verdad que Cuba está para cerrarla por mala administración. Eso es cierto, pero hay que darle tiempo a los muchachitos que la dirigen. Ernesto no se da, o no se quiere dar, cuenta que solo llevan en el poder 65 años. ¿Qué se cree él, que eso es coser y cantar?
No Ernesto Morales, hay que darle tiempo al tiempo. Yo estoy convencido de que con los dirigentes actuales que tenemos, en 65 años más, Cuba será otra. La brutalidad de Ernesto no le da para ver más allá.
Es más, pareciera, según Ernesto Morales, que a Randy Alonso no le quitan nunca la corriente. De lo contrario hubiera increpado en su programa a Vicente la O, ministro de Energía y Minas, cuando dijo este lunes que los apagones en el 2023 no fueron tan severos, que, incluso, el sector mostró avances.

Ahora Ernesto me deja un poco con dudas, pues Randy siempre se ha caracterizado por desmentir a sus interlocutores. Dígase ministro de Economía y Finanzas, de la Agricultura, de Salud, o de lo que sea. Hasta el impuesto presidente, Miguel Díaz-Canel, ha sufrido los parones del agraciado moderador. Randy, no cree en nadie.
Siempre ha velado por su transparencia. Su honestidad ante todo. Primero muerto que desprestigiado. Jamás lo verás asentando con la cabeza, como si todo estuviera bien. No, ese, no es Randy Alonso. Mi Randy se enfrenta al que sea. No tiene pelos en la cabeza, pero tampoco en la lengua.
Es cierto que no es buen mozo, más bien, es uno de los tipos más desagradable que sale en la tele cubana. Es cierto, que ni el muchachito de Con Filo, el tal Michel ese, lo supera. Creo que el único que le puede hacer competencia es el Humberto López -Alias Humbrete- del Noticiero.
Pero Randy, en más de 23 años como moderador de la mesa redonda, uno de los mejores programas televisivos que ojos humanos hayan visto, ha demostrado ser un cubano ‘digno de verdad’. De esos de los que se ponen en las suelas de los zapatos del cubano de a pie. Por eso, nunca lo verás en carro, siempre hace la cola para la guagua, aunque para ello la mesa redonda tenga que salir tarde al aire. Jamás a querido vivir en Siboney. Aceptó vivir en el apartamento del edificio llamado Fama y Aplausos, ubicado en Infanta y Manglar, por obligación de sus jefes.
Después cogió más fama que los otros famosos que aún viven ahí y fue tanta su modestia que le dejó el apartamento a su ex y se fue a vivir para otro edificio en 23 y E. Allí es vecino nuevamente de su amigo Rogelio Polanco, actual jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido, quien tuvo que abandonar el edificio de Fama y Aplausos por el escándalo que se armó, al enterarse su mujer de que le era infiel con la también periodista Rosa Miriam Elizalde.
Desde entonces, Randy camina Rampa arriba, Rampa abajo. Él no es como los ministros y toda la cúpula cubana que en la tele piden sacrificios al pueblo, mientras ellos viven como reyes.
Mi Randy, mi ídolo, no es así. Me atrevo a decir que no tiene ni el bagaje cultural que posee el influencer Ernesto Morales, que presume de saber, pero a la postre, no sabe nada. El que sabe es Randy. Ese sí dice la verdad de verdad. Los números por sí solos hablan.
A Ernesto Morales lo siguen en su página de Facebook 444 mil seguidores. En cambio, la Mesa Redonda lo aplasta por mucho, tiene 109 mil seguidores… eh, eh. Disculpen cualquier error que cometa en materias de número. Confieso que no soy bueno en matemáticas, por eso estudié una carrera de letras. Pero ese no es el tema, si siguen más a uno o al otro.
Yo por lo menos, dejaré de seguir a Ernesto Morales. Ernesto siempre le está tirando al gobierno cubano. Siempre habla pestes de la cúpula que dirige la isla. Dice que la mayoría de los dirigentes son gordos, cosa que no es cierta. Es verdad que a muchos no les queda bien la ropa, pero porque los modistos son un desastre. Los dirigentes, no. Y eso, Ernesto no lo ve.
En cambio, nunca verás a Randy Alonso decir tal injusticia. Randy es más aterrizado. Nunca lo verás echando pestes de los dirigentes cubanos como hace Ernesto a diario. Por eso, Randy tiene una mujer joven y linda, se lo ha ganado a base de fuerza de físico y verbo. Susana, la mujer de Ernesto, supongo no sea bonita.
Yo quisiera ver un día, aunque sea un solo día a Ernesto conducir la Mesa Redonda. Dudo que pueda tener la capacidad de escuchar de Randy (algo que logran pocos entrevistadores). Randy no interrumpe para no ofender. Deja que el entrevistado se luzca, se crezca. A veces, da esos parones, pero él también necesita decir ‘entiendan, coño’. El hombre también tiene sangre en las venas (aunque en ocasiones pareciera que no). Pero ahí radica su mayor virtud: es flematico y Ernesto ni tan siquiera tiene eso en cuenta.
-Ernesto, deja la envidia. Tienes que parar ya. Deja a mi Randy tranquilo, ¿ok? O cuando vaya para los Estados Unidos te demandaré.
-¡Polancoooo, trae otro Wisky que este se acabó…! ¿No hay más? Ah, no jodas. Bueno, Randy, trae otro tú…