EL TRABAJO DE ENTENDER LA SITUACIÓN DE CUBA

Por Jorge Menéndez

Cabrils.- Los dirigentes cubanos viven en una pandemia de reuniones, salidas por todo el país, en el intento de «edificar» una supuesta transformación de la industria y la economía.

Díaz-Canel se reúne cuatro y cinco veces diarias para decir frases tan elocuentes como que «hay que construir con belleza», mientras Marrero dice que «si la industria no produce, no hay desarrollo».

A decir esas tonterías va Canel en una caravana de 11 carros de alta gama, cuando las patanas turcas están paradas por falta de combustible.

No acierto a entender si de verdad con esas reuniones de todos los días y recorriendo el país para decir estupideces tan grandes, estos dirigentes creen de verdad que Cuba saldrá adelante.

Nunca he visto un gobierno que se reúna tanto con tan desastrosos resultados. Si pretenden desarrollar un país que ni siquiera produce su energía, por ahí habría que comenzar, pero llevamos tres años solucionando los problemas técnicos y de combustible en las termoeléctricas. No hay un plan serio para salir de esta situación y ahí están los resultados.

El cubano es un gobierno de intenciones del que todo el mundo huye y si no, que se lo pregunten a los rusos.

Captar inversiones sin seguridad jurídica, sin energía eléctrica es totalmente imposible. Desarrollar un país que controla la riqueza y fomenta la miseria, es imposible.

El primero de marzo entrará en vigor el nuevo paquetazo. Subirá el combustible y de ahí en lo adelante la espiral de precios y la inflación, todo explicado con mucha «pedagogía»: anuncian, recorren el país, explican y después te meten el pie, ante el miedo a desórdenes, lo cual habla a las claras de que son perfectamente conscientes de sus desmanes contra el pueblo.

Paralelamente, anuncian que ni pan va a haber y al otro día los precios de los combustibles y la energía eléctrica suben 500 por ciento.

Cuba es el país de los remiendos y las improvisaciones. Carece de un plan serio de desarrollo, porque prima la política sobre la economía, y todas las negligencias del gobierno se justifican buscando los culpables afuera.

Espero, quiero y deseo que comprendan que mientras estos descerebrados sigan en sus sillones no hay desarrollo ni futuro posible.